El Escorpión

 El Escorpión

COMO LA MUJER DEL PIOJOSO

Así renunció el alfarero a su ministerio defendiendo el negocio de la minera y justificando la firma del contrato diciendo que habían heredado el problema, como aquella mujer que ahogándola el marido en el río por decirle piojoso sacaba las manos y con señas se lo repetía. No hubo transparencia, como menciona en su despedida. ¿Por qué le pidió al procurador de la administración que no publicara su opinión sobre la inconstitucionalidad del contrato que pretendían negociar? ¿Por qué no daba la información sobre las negociaciones a pesar de que se la pedían? ¿Eso es transparencia? Igual insistió en las supuestas bondades económicas de la explotación minera, sin darnos nunca una cifra oficial del valor estimado del yacimiento que se concedió explotar o ponerse a ver el costo para el país. ¿Cuánto perdimos y cuál es el valor del patrimonio natural perdido? ¿Cuánto nos costará mitigar esos daños? ¿Cuánto tiempo tendremos que vivir con los lodos contaminantes de los reservorios de agua que insalubre que nos deja la minera? Nos habla de empleos perdidos, pero ¿cuánta gente perdió sus tierras y su medio de vida para siempre por causa del enorme hoyo que nos deja en herencia la aventura minera? Muchísimas otras cosas podríamos decir de aquello que nació violando nuestra constitución y nuestras leyes por parte de la empresa minera y de los funcionarios que la auparon. Ahora nos tocará enfrentar la realidad, cualquiera que esta sea, con valentía y decisión. Ese será nuestro desafío como pueblo y nación.

NUEVO SISTEMA EDUCATIVO

Panamá necesita instaurar un nuevo sistema educativo que permita a los «hijos de la cocinera» educarse sin contratiempos. El actual es vulnerable a los conflictos entre las autoridades educativas y los gremios docentes. En esa lucha de elefantes el resto sufre y resulta ser víctima inocente de ese enfrentamiento. Son muchos los años que venimos adoleciendo de huelgas, paros, altas cifras de fracasos escolares y contenidos educativos que no responden, en su totalidad, a las exigencias del mundo actual. El modelo de educación que tenemos hay que descentralizarlo y hacerlo más incluyente y participativo. Su gestión debe ser llevada por la comunidad y es esta la que debe incidir en la selección y la evaluación de los docentes en cada centro escolar, para asegurar que solo los que son capaces y tengan alta competencia sean contratados, porque lo que tenemos ahora son clanes y roscas que manejan el actual sistema educativo a su antojo. Y esto denunciado hasta por los propios educadores. Es el inexorable destino que, tarde o temprano, ocurrirá.

CLIMA PRESUPUESTARIO

La aprobación del presupuesto nacional parece estar en pausa. Hace varios días fue anunciado un ajuste al proyecto que fue presentado y quedó sin aprobarse. Sinembargo, los cambios y ajustes son desconocidos hasta el momento. Fuera de eso, el tiempo juega en contra y podría sobrevenir una aprobación a la carrera por parte de la asamblea nacional, cosa que volverá a encender las críticas hacia el gobierno por la manera en que acostumbra a hacer las cosas. No hay mucho espacio de maniobra en este asunto, menos cuando un grupo de diputados que controlan la asamblea tratarán de asegurarse los recursos para su proselitismo electoral. El ejecutivo debe presentar su proyecto de presupuesto con los ajustes que la situación actual de las finanzas públicas impone y arriesgarse a que, si es rechazado, rija el del año anterior como manda nuestra norma constitucional.

BOLETAS CAPRICHOSAS

Continúan los agentes del tránsito imponiendo sanciones caprichosas en el Casco Antiguo. Las quejas de los conductores no son pocas, cuando regresan y encuentran la boleta de la multa pegada en los cristales de sus automóviles. La ausencia de señales claras y precisas que indiquen dónde estacionar y dónde no es, quizá, el principal problema, porque el conductor no sabe a ciencia cierta dónde estacionarse y dónde no hacerlo, porque pareciera ser que mientras están en horario de trabajo las oficinas públicas del área no multan y cuando cierran sí. Incluso ciertos funcionarios aparcan sus vehículos en esos espacios donde multan, sin que a ellos les ocurra nada. ¿Qué fuero o qué privilegio tienen sobre el resto de los ciudadanos? Si en cosas simples como esta las autoridades son incapaces de actuar como debe ser, ¿qué esperamos de las más complejas? ¿Será por eso que andamos como estamos?

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