El Escorpión

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ODEBRETCH Y TOCUMEN

Con el pronunciamiento favorable del Tribunal Administrativo de Contrataciones Públicas a favor de Odebretch, en el caso de la rescisión de contrato por parte de Tocumen, S. A., el sabor que queda en el aire es de amargura. Y no por fallo en sí mismo, sino por la actitud de esa empresa constructora hacia las autoridades del país. Debe una multa millonaria que no ha cancelado, demoró la culminación de la obra aeroportuaria y terminó arrancándole a Tocumen, S. A. más de 300 millones por encima de lo licitado. Ahora habrá que pagarle varios millones después de esta decisión del tribunal. Al menos la fiscalía con la que hizo el arreglo que da pena de los millones que no ha pagado debería correr a interponer algún recurso que retenga dicho pago, para cobrarse la multa que en claro desprecio por nuestras leyes Odebretch se resiste a cancelar.

HABLANDO DE PAGOS

Aún no sabemos quién pagará por el cierre de la mina de Donoso, aunque ya podemos suponer que será el estado panameño el que, probablemente, cargará con el muerto. Según los conocedores del tema los cierres de las minas se sufragan con la propia extracción de mineral que va mermando poco a poco. Aquí quizá no será así y la empresa intentará, por todos los medios a su alcance, desligarse del pago por la operación de cierre de la mina. Sin duda un punto que podría retrasar el inicio del proceso de cierre de la minera. Songoro cosongo a la vista.

AGUA Y CANAL

La solución del abastecimiento de agua para la operación del Canal de Panamá va de la mano con la distribución demográfica en su cuenca y áreas aledañas. En otras palabras: el crecimiento de la población urbana a ambas orillas de la vía acuática. Por tanto, además de los embalses es necesario un plan nacional para el desarrollo del interior que frene el ritmo de la migración a la región metropolitana e incentive, de alguna forma, el irse a vivir a las provincias con la misma calidad de vida y servicios públicos que existe en la capital del país. Incluso, por qué no, en hacer un estudio para utilizar como embalse el enorme hueco que nos ha legado la compañía minera en Donoso y transportar desde allí por medio de grandes tuberías el agua hacia los lagos del Canal cuando sea necesario. Todo cabe en lo posible, porque para eso está el ingenio humano.

ENEMIGOS DEL AMBIENTE

Tanto el ministro del ramo como el alcalde capitalino son vistos como enemigos del ambiente. El primero por su papel con el asunto de la operación minera y el segundo por cortar los árboles en Marbella. Si le preguntaran a los ambientalistas que acampan desde hace casi un par de meses en las afueras del ministerio del ambiente sobre el titular de esa cartera, lo más seguro es que se reiteran en declararlo enemigo de la naturaleza y su intención de expulsarlo del cargo. Sobre el burgomaestre de la capital la opinión no sería muy diferente. Resulta que ahora tenemos un demonio ecológico de ministro y un arboricida como alcalde. Vea qué cosa.

aldiapanama