Defensoría combate delitos contra menores, la «OUR» dice presente
El Escorpión
SE SOLTARON LOS CABALLOS
Como era de esperarse cada bando político en contienda salió a la calle a demostrar su fuerza y su músculo electoral. La primera jornada se vivió entre quejas, acusaciones de violaciones al pacto ético, puyas y promesas de todo tipo. Unos lanzaron sus arengas desde barberías, otros entre baile congo y alguno más preguntándose si la foto de su líder aparecerá en la papeleta electoral. De los temas, ni hablar: la basura que nos ahoga, el empleo, el caso del Seguro Social y la prosperidad del panameño estuvieron en el menú. Nos esperan tres meses de alta intensidad y, en el entremés, alguna que otra entretención de esas a las que nos tiene acostumbrados la política criolla.
EL GALLITO MITO
Por los aires veragüenses algunos gallos se salieron del corral y desafiaron a las autoridades de su partido que pactaron alianza con el bando perredé. Encabezados por el gallo Mito una bandada heterogénea de quiquiriquíes, gallos de pelea y hasta cocorochos prometieron lealtad a las huestes del Conde Drácula y el Ñame Ablandao. En medio de cacareos y batir de alas le pasaron el mensaje al Gallo Panchito de que no están nada contentos con su manejo del partido. Rebeldía total a la vista. ¡Pica gallo!
BOLOTA FEST
Si en Veraguas llovía, en Colón no escampaba. El lanzamiento de campaña reeleccionista de un padre putativo de la patria arrancó con una parranda al mejor estilo colonense. Hasta hubo haladera de greñas que desató una riña tumultuaria y la corredera de los asistentes pensando que se trataba de alguna incursión pandillera de esas que acaban a tiros. A pesar de estar enjaulados y rodeados de vallas y alambradas, la multitud gozaba con un ojo en la tarima y otro volteando alrededor como los camaleones. Al final todos a su casa a beber de café negro una taza y dejaron las jaulas llenas de basura y desperdicios como fiel testimonio del «fest» político.
TRONCO Y CABLEADO
Hasta la naturaleza parece darle palo al cableado que se propaga como la hiedra por toda la ciudad y da un espectáculo grotesco a la vista del espectador. Así se puede pensar del árbol que cayó sobre los cables eléctricos y de telecomunicaciones en el sector de Hato Pintado, en la ciudad capital. Por supuesto que las áreas aledañas quedaron sin electricidad ni internet, en uno más de los frecuentes accidentes que ocurren y afectan el sistema de cableado. Si queremos mostrarle a propios y extraños que tenemos una ciudad verdaderamente moderna tenemos que eliminar el cableado aéreo y ordenar su soterramiento con firmeza. Ya está bueno que los pobladores capitalinos sigan sufriendo la interrupción de esos servicios porque una ardilla se electrocutó, un talingo se tostó al contacto con los cables o un palo les cayó encima. Asep mismo es.