FUGA DE AGUA

Muchas son las décadas que lleva el Idaan sufriendo el deterioro de sus infraestructuras y de debilitamiento institucional. Desde la época de los militares inició esa rodada cuesta abajo cuando le exigían aportar equis cantidad de millones al gobierno central en detrimento de sus inversiones y buen manejo. La situación de arrastre ha llegado a un punto en que el 20% de la producción de agua se va por las roturas del sistema. Estamos hablando de 60 millones de galones de agua diarios de los 300 millones que produce la entidad por día. Hay que hacer una reforma profunda de la institución, tanto en sus infraestructuras como en la parte organizacional y operativa que garantice su plena autonomía y manejo administrativo. Pero antes de que eso ocurra mucha agua hemos que ver pasar bajo el puente.

ALERTA SANITARIA

San Miguelito está siendo tragado por la basura, literalmente. Incluso pesa sobre dicho distrito una alerta sanitaria por parte del ministerio de salud. A pesar de ello, la administración municipal es incapaz de accionar y resolver el problema. A esta alturas, las autoridades de salud deben mostrarse más enérgicas e ir más allá de la alerta sanitaria. Lo que ocurre actualmente es un atentado contra la salud de los moradores de San Miguelito que, sumada a lo que acontece en Cerro Patacón, trasciende dicho distrito y amenaza el bienestar de casi dos millones de personas. Autoridad que no lo quiera ver, sencillamente, vive en otro mundo.

CUEVA DE BOTELLAS

Verdaderamente que el manejo de la asamblea nacional por parte de los diputados que la controlan es de lo más escandaloso que pueda haber, particularmente en la abultada planilla que le cuesta al erario una multimillonaria cifra en salarios. Literalmente los 35 diputados oficialistas (de los que 32 buscan la reelección) la han convertido en una cueva de botellas, porque de los 6,081 funcionarios con que cuenta, más de la mitad han sido nombrados en lo que va de este último año preelectoral, concretamente entre los meses de noviembre y diciembre, justamente al inicio del proceso electoral con todos los candidatos en firme. Más claro no canta un gallo. Es politiquería abierta y dura.

ESTRATEGIA INVISIBLE

El diminutivo de mulo nuevamente se excusa de asistir a un evento en el participa el resto de los candidatos. Es la estrategia de la ausencia para no exponerse ni ser atacado por sus adversarios, que busca evitar la perdida de simpatía y la exposición de las debilidades de su candidatura. Al no presentarse a los debates ni a las actividades donde puede ser cuestionado, lo deja en una posición en la que puede atacar a sus contendientes sin que lo enfrenten de manera directa. Ya veremos hasta donde estira esa manta con la que se arropa. Y mucho cuidado porque su estrategia de la invisibilidad le puede resultar chueca.

Las lluvias están por llegar y muchos tragantes o alcantarillas están obstruidos como una invitación a la inundación de calles y avenidas. https://aldiapanama.com/2024/03/tres-lineas-38/