El Escorpión
INSISTE LA MINERA
En su reciente actualización del plan para la preservación de la mina de Donoso, la empresa minera insiste en un comunicado en querer vender el cobre almacenado en sus instalaciones para supuestamente sufragar los costos de la operación de cierre. Según la minera el material corre el riesgo de provocar reacciones químicas que traerán consecuencias peligrosas si no es exportado rápidamente. Esto quizá podría ser cierto, pero el asunto tiene su lado oscuro porque no dicen con claridad cuánto representa en dinero la puesta en venta del material cuprífero almacenado en la mina ni la existencia y el valor del resto de los minerales como el oro y el manganeso. Cuidado y los chivitos se pierden en el monte.
SILENCIO EN LA NOCHE
La condición de los transformadores eléctricos parece que le importa poco a la Autoridad de los Servicios Públicos (Asep) y que le ha dejado al libro albedrío de las empresas distribuidoras. Según la denuncia de algunos moradores de las zonas que sufren apagones muy a menudo, la capacidad de los transformadores es menor a la que corresponde y los propios trabajadores de las empresas eléctricas así se lo han hecho saber. A la Asep bien le viene la letra de aquella canción que reza: silencio en la noche, ya todo está en calma, el músculo duerme y la visión descanse. Ni ven, ni hacen, ni oyen.
TRANSPARENCIA CERO
Con emoción los número uno de la Dirección General de Ingresos y del Tribunal Electoral anunciaron la firma de un acuerdo para dar seguimiento a los dineros del financiamiento público y privado que se usan en la campaña por cada uno de los candidatos y los partidos políticos, a través de herramientas de primer mundo. Pero, ¿de qué vale tal seguimiento si no se hace público el movimiento de dichos fondos? El ciudadano común no tiene acceso a esa información ni puede saber quién y cuánto dona y a quién, información que le sería muy útil en la emisión de su voto. ¿Primer mundo? Sí, el de Gaby.
COMO LOS GATOS
Tremendo songoro cosongo está gestando Mr. Alexander con el anteproyecto de reforma a la ley del Fondo de Ahorro de Panamá. El asunto parece más un chanchullo contable que un verdor cambio para mejorar el capital del fondo y su rendimiento. Pretenden bajar los aportes, condonar el pago que le correspondía hacer a este gobierno para incrementar el fondo y de paso salvar el pellejo frente a posibles procesos legales por las irregularidades cometidas. Es hacer como los gatos que esconden su «pecado» echándole tierra encima; pero, al igual que los mininos, por más que lo cubran el nauseabundo y penetrante hedor delatará su obra. ¡Huye Pitín!