Martes 4 de junio de 2024

¿QUIÉN DIJO YO?

Durante la campaña electoral había un personaje que desde su encierro en la sede diplomática de un país centroamericano controlado por un guerrillero marxista, le daba plomo a lo que él llamaba figuritas repetidas y que por eso no merecían llegar al gobierno. Ahora no dice ni esta boca es mía y se hace el loco cuando vuelven a los puestos públicos algunas figuritas repetidas que fueron altos funcionarios durante su gobierno. Una vez más queda en evidencia lo mitómano que es y su costumbre de andar diciendo mentira tras mentira para lograr sus torcidos fines. Parece haber olvidado que para mentir y comer pescado hay que tener mucho cuidado.

LENGUA SUELTA

Petronilo continúa con su larga lengua suelta e insiste en su plan de venir a exhumar unos restos de colombianos que supuestamente están enterrados en Bocas del Toro. En su campaña machaca una y otra vez que esa región y el resto de nuestro país era propiedad de Colombia, como si desde su origen el territorio de la Nueva Granada se extendiera hacia nuestra patria. Si quiere obtener algo de nosotros que sea respetuoso de nuestra nacionalidad y que recuerde bien, si alguna vez estudió la historia de ambos países, que al momento de independizarse la Nueva Granada nunca reclamo de España el territorio del Istmo de Panamá; que nuestro país se unió, voluntariamente, a la Colombia de Bolívar y no a la Nueva Granada. Nuestro gobierno debe poner en su lugar al Petronilo colombo-neogranadino y negarle la entrada a nuestro país, hasta tanto haga, públicamente, un reconocimiento pleno de nuestra soberanía y de los hechos históricos que impidieron nuestra separación de la Colombia creada por Bolívar. Que deje es añeja prepotencia bogotana que fue la misma que aplastó los intentos de los prohombres de nuestra patria cuando buscaban separarnos de lo que quedaba de la Colombia bolivariana, como lo hicieron Venezuela y Ecuador. El hecho de habernos sometido durante 80 años no nos hace propiedad de una Nueva Granada que usurpó el nombre de la verdadera Colombia. ¡Ah! y que se atreva a decirle a los venezolanos que su país era propiedad de la actual Colombia para ver si le aguantan esa necedad.

PATRIMONIO NATURAL

Panamá tiene un rico patrimonio natural en sus bosques y selvas que debe ser preservado con gran celo; por eso la construcción de carreteras a través de ellos requiere de un cuidadoso estudio y una sabia decisión para causar el menor daño posible a la naturaleza. Todos sabemos lo que ocurre cuando se construye una vía atravesando la selva y los bosques: la devastación es acelerada y los daños causados irreparables. Carretera y naturaleza pueden coexistir, si se respeta el patrimonio natural, porque ningún progreso hay en destruir lo que Dios creó y menos para complacer las ansías de riqueza de quienes se apoderan de las tierras por donde pasará el camino que mas bien son motivadas por la avaricia mercantilista. Prohiban el acaparamiento de tierras declarando esos bosques reservas forestales o parques nacionales y más de uno que ahora cacarea por la construcción de una carretera se quedará mudo.

RESISTENCIA TOTAL

Con esta consigna algunos dirigentes de las organizaciones docentes le dan la bienvenida a la designada por el Paquistaní 34.2 como nueva ministra de educación. Si Desi Arnaz quería a su Lucy, algunos de los líderes magisteriales no quieren ni un poquito a la suya. Según ellos un ministro de educación debe salir de las filas del movimiento docente y consultarles todos sus planes para ellos darle la aprobación previa. Qué equivocados están: ni el titular de la cartera de educación debe ser forzosamente un docente, ni tiene que someter al control previo de la dirigencia magisterial sus planes de mejoramiento del sistema educativo. La función del ministro es dirigir la política educativa del gobierno, no estar delante de un pizarrón, y su programa de trabajo debe ser comunicado con posterioridad a todos los involucrados en el sistema educativo y no exclusivamente a los educadores, para obtener los consensos que permitan su ejecución sin traumas graves. Ya está requete probado que esa resistencia total no nos lleva a ninguna parte, así que cada loro en su estaca y cada zapatero a sus zapatos.