El Registro Abierto de Naves de Panamá y la flota negra o de sombra
La Bitácora
Ebrahim Asvat
Panamá por años ha tenido un registro abierto de naves contribuyendo con eso al comercio marítimo internacional. El transporte marítimo internacional es muy competitivo y las restricciones de nacionalidad a las naves abanderadas en los países de residencia de las empresas o navieros exigen la necesaria flexibilidad para titular barcos y operarlas.
De igual forma, Panamá ha estado en la vanguardia en los registros abiertos. Lamentablemente la administración de la bandera como toda la administración marítima panameña ha caído en franco deterioro. Esto no obedece a la falta de conocimientos de la realidad cambiante a nivel mundial, sino más bien a la desidia, corrupción y la mediocridad de los dirigentes de nuestras instituciones ligadas al sector marítimo.
Hoy en día Panamá está siendo azotada a través de la prensa internacional por el registro de naves con muy bajo estándar de navegación. Igualmente, por él juega vivo de algunos registrando en nuestra bandera buques que además de ser de bajo estándar, están comerciando con países sujeto a sanciones punitivas. Llámese países como Irán, Rusia, Corea del Norte o de empresarios de terceros países transportando materias primas o petróleo de países sancionados.
Recientemente un artículo en el Wall Street Journal señaló a Panamá como la bandera principal donde se registran estos buques y señalan casi 235 buques bajo esta denominación de “flota negra o de sombra”. Estos traficantes se acuerpan en la bandera panameña para realizar sus fechorías y no ser detectados. Todo el procedimiento de registro es opaco con la vista gorda de las autoridades marítimas o en contubernio con terceros ligados al sector.
De continuar con estas prácticas vamos a ser objeto de sanciones porque algunos bribones locales se quieren meter unos cuantos dólares al bolsillo y aquí no pasa nada. Si vamos a limpiar la imagen de Panamá debemos limpiar las instituciones como la AMP, el Aeropuerto de Tocumen, la Autoridad de los Recursos Acuáticos, la Caja de Ahorros, el IFARHU, entre otros.
Lamentablemente en Panamá hay instituciones públicas en negocios internacionales o locales con preferencias tributarias donde la costumbre política nacional es nombrar testaferros para ordeñarlas cuanto más se pueda. Para nadie es un secreto cuáles son esas instituciones que no pasan por procesos transparentes de licitación pública o pasan por procesos de licitación pública con un equipo evaluador conformado por funcionarios de la misma institución descalificando a aquellos que no se bajaron del bus o no gozan del favoritismo del director o gerente. ¿Que Panamá va a cambiar? Es una esperanza cada cinco años. ¿Que estos cinco años serán diferentes?
Amanecerá y veremos. Entre poder y corrupción se debate la moral y la ética de la política panameña. Por llegar al poder somos pusilánimes con la corrupción. En Panamá no hay persecución política. Pero si existe corrupción sin persecución o con un Borrón y cuenta nueva.