NANTERRE, Francia (AP) — La próxima generación de estrellas de la natación acaparó la atención en los Juegos Olímpicos de París el lunes por la noche, un grupo atrevido que proviene de todas partes del mundo.

Summer McIntosh, el fenómeno canadiense de 17 años. David Popovici, un joven rumano de 19 años.  Mollie O’Callaghan, una velocista de 20 años que derrotó a su poderosa compañera de equipo australiana, Ariarne Titmus.

Si a esto le sumamos un medallista de oro italiano y otro de Sudáfrica, quedó claro que el alcance de la natación se extiende mucho más allá de la potencia tradicional, Estados Unidos. En total, 10 naciones diferentes se repartieron 15 medallas esa noche.

Por supuesto, los estadounidenses se llevaron algunos trofeos el tercer día en La Defense Arena, pero fueron solo plata y bronce, con incondicionales de larga data como Ryan Murphy y Lilly King tocando detrás de otras naciones.

McIntosh obtuvo la primera medalla de oro de su floreciente carrera con una victoria dominante en los 400 metros combinados individuales.

Popovici ganó un emocionante duelo para llevarse los 200 metros libre masculino, que contó con tres líderes diferentes en la última vuelta.

Entonces, tal vez, se produjo la mayor sorpresa de todas: Titmus, poseedora del récord mundial y defensora de la medalla de oro en los 200 metros libres femeninos, fue derribada por O’Callaghan.