El Escorpión
Jueves 31 de octubre de 2024
PACTO NACIONAL
Hemos llegado a un punto de inflexión como pueblo y nación aunque algunos no lo crean. A pesar de algunos avances, aún tenemos tareas pendientes desde la Invasión del 20 de Diciembre en cuanto a los cambios de nuestro sistema político, la organización política del estado y la administración de la cosa pública. La estructura del estado heredada de la dictadura sigue siendo, en parte, un gran lastre para el progreso del país; en especial en cuanto al manejo de los recursos del estado y sus finanzas que la clase política ha continuado y hasta transformado para favorecer sus intereses sectarios. Algunas leyes especiales y la necedad de imponer inversiones con respecto al PIB, sin que haya una medición de sus resultados exigiendo el cumplimiento de metas y objetivos, lo que han traído es la creación de una casta que chupa recursos y gasta dinero a manos llenas sin mayor rendición de cuentas. Necesitamos llegar a un acuerdo nacional sobre estos y otros temas, porque de continuar por el camino que vamos en algún momento la vejiga del endeudamiento con el que financiamos nuestros englobados presupuesto reventará y nos expondremos a una situación peor de la que estamos viviendo.
CUENTAS DEL SUNTRACS
Con el pronunciamiento no vinculante de la Defensoría del Pueblo sobre el cierre de las cuentas bancarias del Suntracs por parte de la Caja de Ahorros, el asunto podría tomar un nuevo giro; no solo por la invocación de respeto de los derechos humanos que hace la Defensoría, sino por la injerencia que esto representa en la libertad de empresa y en querer reclamar como derecho humano abrir una cuenta de banco en determinada institución. Ya el Banco Nacional ofreció abrirles cuentas, pero no aceptaron. El Suntracs debe someterse a un audito oficial, que tampoco han querido aceptar. Es una organización que recibe fondos públicos a través del Seguro Educativo y que obliga a retener la cuota sindical a las empresas constructoras, cuando también es un derecho humano el trabajo sin presiones ni apremios ni obligatoriedad de sindicalizarse el trabajador. Si a derechos vamos y a quiénes los conculcan, seguramente habrá mucha tela que cortar.
CEMENTERIOS Y DIFUNTOS
Algunos cementerios públicos, por no decir la mayoría, son un monumento al olvido de los muertos y a la desidia durante 364 días al año a excepción del 2 de Noviembre. Cada compatriota cuyos restos yacen en los camposantos públicos merece un trato digno en la memoria de la nación y de nuestros pueblos, por lo que convendría replantearse el propósito de estos lugares de descanso eterno y su uso. Uno de los usos de los fondos de la descentralización debería estar dedicado a mantener los cementerios y solo cobrar por la sepultura y la exhumación, eliminando las anualidades que terminan, en algún momento, con el impago y el envío de los restos de los difuntos a fosas comunes borrando su existencia de la faz de la tierra. Si el cobro de esas anualidades acaban en morosidad y el dinero no entra a las arcas municipales, para que insistir en mantenerlas. Mejor que cumplan una función de sitio verde que oxigene ciudades y pueblos y, de paso, prestar el servicio público de última morada para quienes ayudaron a construir, con su esfuerzo y trabajo, la patria de cada día.
ARMAS SIN SEGURO
Escandaloso el robo de una gran cantidad de armas de fuego de las instalaciones de la Caja de Seguro Social. Pistolas y escopetas fueron sustraídas por delincuentes que, evidentemente, sabían no solo de su existencia sino dónde estaban guardadas. Pero el robo también pone en evidencia algunas otras situaciones, como ¿por qué el Seguro Social tenía esas armas? ¿Por qué tenía en su poder pistolas de un calibre no autorizado para los guardias de seguridad? ¿Acaso los ladrones buscaban mermar el inventario de armas para preparar un golpe criminal mayor? ¿Quién ordenó y quién autorizó su compra? Muchas son las interrogantes y las dudas que quedan, por ahora, sobre este inusual robo que corre el riesgo de quedar sin resolver como el caso del fentanilo si las autoridades no actúan con diligencia y prontitud para esclarecerlo.