PANAMÁ EN LA ERA TRUMP

 PANAMÁ EN LA ERA TRUMP

Por Luís Fuentes Montenegro

Las declaraciones de DT sobre el Canal de Panamá debe mirarse con mucha prudencia, pues a corto tiempo se puede convertir en un dilema internacional y con efectos internos bastantes complicados, pues se trataría de un diferendo cuya contra parte es USA quien desde antes de 1903 ha tenido – guste o no guste – una constante histórica de incidencia en este país. Frente a ese contexto:

  1. Se tiene que tener en cuenta que esas declaraciones formalmente, hoy por hoy, no son vinculantes del Estado de los EEUU, porque aún DT no ha asumido el carácter de Presidente de los USA, ni se ha dado en similar, declaraciones de la Casa Blanca, ni del Pentágono, ni del Senado ni Congreso; sin embargo, sí representa una señal preocupante para Panamá y las relaciones panameñas-estadounidenses.
  2. A partir del momento en que DT tome posesión del cargo, si repite tales declaraciones o proceda en esa dirección de lo que ha manifestado, entonces Panamá debe desarrollar una diplomacia atinada, sensata, prudente, tanto desde una perspectiva bilateral primeramente y también desde una óptica y acción multilateral, estrategias de apoyos regionales y globales.
  3. Pensar que sólo es una intención bravucona e individual de DT es inexacto. DT representa un sector social, político, económico, muy importante y beligerante dentro de los USA, esos sectores lo respaldan y tienen un peso e influencia en las estructuras del próximo gobierno federal de USA y en las estructuras de poder real en la nación más poderosa del mundo, incluso fuera de sus fronteras territoriales e incluso en el ámbito nacional panameño.
  4. Tenemos que ser autocrificos. En este sentido, debemos ver y analizar si Panamá o sus gobiernos y gobernantes durante los últimos años han incurrido en actos o comportamientos que desde la óptica de DT y los sectores que él representa, sirven para que interpreten, se les ha lesionado o afectado a los intereses de USA o a su doctrina de Seguridad Nacional. En este punto, objetivamente algunos actos llevados a cabo por el expresidente Varela y su gobierno, pueden ser expuestos como razones de los reclamos de DT, como actos que vulnerando la doctrina de Seguridad Nacional de USA y sus intereses. Eso debe valorarse con objetividad, teniendo claro cuáles son los intereses nacionales genuinos de Panamá.
  5. Pese a todo, no es un asunto fácil para nuestro país ni para el actual gobierno de JRMulino. No es cosa de sólo alardear nacionalismos (reales en muchos, pero coyunturales, chuecos, oportunistas en otros). El gobierno panameño creo que ya debería tener una mesa de análisis, más allá del Consejo Nacional de Relaciones Exteriores, de Cancillería y de Embajada, hablo de un mesa técnica, operativa, puntual, porque sin duda, este tema puede generar un diferendo complicado con USA en los próximos meses y sus consecuencias podrían representar factores de inestabilidad interna, igual un retroceso a las conquistas generacionales que vieron en el rescate de la soberanía integra, una bandera de luchas. Sin exageración alguna, las consecuencias aterradoras no se pueden descartar, pues, repito, constituye un asunto muy serio para Panamá y su futuro inmediato. (* Luis Fuente Montenegro es abogado, escritor y analista político). 

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