El Escorpión

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Miércoles 5 de marzo de 2025

PARA USO OFICIAL

Así deben llevar escrito a un costado sobre franjas amarillas un rótulo todos los vehículos propiedad del estado. El que ordenó eso fue Omar Torrijos y su vehículo, un Cadillac de color gris con capota negra, las llevaba pintadas. Años después el asunto se relajó y los carros asignados a ministros y otros altos funcionarios carecen de ellas. Pero no solo esto ha resultado ser una anomalía, sino que hasta funcionarios de menor jerarquía las ignoran o se llevan los automóviles con todo y franja amarilla para su casa, la playa y lugares campestres sin importarles si es día laboral o fin de semana o asueto. Este año la Contraloría lanzó un operativo para detectarlos en los días de Carnaval, peroles Bolo Florido  recurrió a la sapería en vez de ordenar que todos los vehículos del estado tengan dispositivos electrónicos para darle seguimiento, saber la ruta recorrida, cuántas veces se detuvo o abrieron sus puertas, y si está autorizado o no para circular fuera de las jornadas de trabajo. Es tiempo de apoyarse en la tecnología, porque son muchos los casos en los que son detectados circulando sin el debido permiso, sin registro vehicular ni revisado y hasta ambulancias transportando cabezas de plátano en vez de enfermos. ¡Ánimo!, que con la tecnología la coima y el soborno que compran silencio la llevan dura.

EN OTRO LADO NO ESCAMPA

Si por el lado del jardín florido de la Avenida Balboa llueve, por los lados de la Autoridad de Tránsito (ATTT) tampoco escampa. Cada vez que hay éxodo masivo hacia el interior por las fiestas se les ocurre inspeccionar los vehículos de transporte de pasajeros, contribuyendo a las demoras en el traslado de los viajeros y a armar el caos de tránsito vehicular. ¿No sería mejor que los vehículos de pasajeros y carga pasaran revisado cada 6 meses o al cumplirse una cantidad determinada de kilómetros recorridos?  Por su uso intensivo, esos vehículos son más propensos al desgaste de neumáticos y partes claves de los sistemas de amortiguación, frenado y dirección. Bien podrían ser controlados por sensores que lean el código digital de las calcomanías del revisado ubicados en ciertos puntos de las vías nacionales, sin necesidad de detenerlos para inspeccionarlos en un retén, y que la señal le llegue al puesto de policía de carretera más cercano. El control sería 24/7  todo el año y mejor que la engorrosa pesca en río revuelto que suelen hacer en los festivos nacionales.

CABALLERO LA BOLA

Como en esos episodios de Sucedió Mientras Usted Dormía, las palabras del Paquistaní 34.2 en vísperas del Carnaval parece que no despertaron mucho el interés de los estudiantes de la UNACHI, cuando le tiraron la pelota en el caso de corrupción nepótica que ocurre en esa casa de estudios. Según el presi, ellos son quienes deben actuar para frenar la orgía de corruptela que hay entre las autoridades de ese centro superior educativo y que se traduce en un escandaloso nepotismo. Si bien es cierto que los estudiantes algo podrían hacer presionando con protestas y huelgas, la verdad es que el poder para cambiar las cosas radica en otros lugares y manos a las que deben lanzarle la bola cómo la Contraloría, la Fiscalía Anticorrupción y el Tribunal de Cuentas, por mencionar tres. Tras la locura carnavalesca interesante será ver que le depara el destino a los que están hasta el cuello en el tenebroso mundo del nepotismo de la UNACHI.

BUENA RUTA

Esta es la frase con la que suelen saludarse y desearse buen camino los viajeros que van de un país a otro recorriendo continente en motocicletas, autos y cualquier otro medio de transporte. En sentido figurado podríamos aplicarla a los conductores que transitan los corredores administrados por ENA (Empresa Nacional de Autopistas). Lamentablemente, no es posible, porque el sistema de cobros de peaje empleado por ENA encasilla a todo automovilista a adquirir un «Tag» o calcomanía para poder circular por ellas limitando, así, el libre tránsito de las personas sin proponérselo. Supuestamente con esa medida, bajo amenaza de multas y ahora, pretendidamente, de sanciones más «duras» para los infractores, resolverían el problema de la evasión del pago del peaje. La realidad ha demostrado que ha sido una medida ineficaz. ¿Por qué mejor no permiten el pago con tarjeta de crédito o débito, además del tag, para una mejor recaudación y sancionar con fundamento al que intencionadamente burla el pago del peaje? Es cuestión de habilitar una caseta para el pago con tarjeta y cobrar un poco más del peaje normal, para incentivar al uso de la calcomanía y con saldo efectivo. Avíspense señores de ENA, porque es mejor buscar servir y solucionar que sancionar con multas y engorrosas casaderas con la renovación de licencias y revisados vehiculares que nada tienen que ver con ustedes.

aldiapanama

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