El Escorpión

Jueves 27 de marzo de 2025
FRASE LAPIDARIA
Nando el Salubre le soltó un tiro de advertencia a los funcionarios que atienden al público en las instalaciones de salud. Aparte de recordarles que son servidores de nuestra población y, especialmente, de los pacientes les dijo a los que no les gusta atender pacientes, que no trabajen en el sistema. Pues, eso y más siente el pueblo que acude por atención a las instalaciones de salud del estado cuando se estrellan contra la barrera del maltrato por parte de los funcionarios. Aunque hay excepciones entre los servidores públicos en aquellos que procuran ser diligentes con los usuarios, los groseros y patanes dan al traste con la buena imagen que deben transmitir las instancias de salud. Usted lo ha dicho, señor ministro: tienen que entender que el paciente es primero y que todos están allí por el paciente. Sométalos a una evaluación y mándelos para donde corresponda, según la capacidad de trato que demuestren, para ver si así se componen y para que sean serios.
GUAGUA EN REVERSA
Si algo ha traído como consecuencia la migración por la selva del Darién es que ha puesto en el mapa mundial algunas poblaciones y localidades del país que eran desconocidas para una gran mayoría de los panameños. Ahora que los migrantes vienen de recula, agobiados y desencantados por las políticas migratorias del Trompo Loco, uno de esos puntos ignotos es el pueblo, o más bien caserío, de Miramar en la costa caribeña de Colón. A una hora y media de Portobelo, pasando Nombre de Dios, Viento Frío y Palenque, en el distrito de Santa Isabel, se encuentra Miramar. Desde allí, según se ha corrido la voz entre los migrantes, zarpan algunas embarcaciones que, supuestamente, los llevarán a precio barato hacia La Miel, en la frontera con Colombia, para que puedan seguir su trayecto a pata como la garrapata hacia América del Sur. Pero, al parecer, el asunto no es como lo pintan y el pasaje por mar resulta oneroso para quienes eligen esa ruta y no pueden pagarlo. Otro problema más a resolver, sobre todo cuando el pequeño villorrio de Miramar empieza a verse superado en su capacidad de alojar migrantes, mientras la guagua migratoria va en reversa.
CALDERA DEL DIABLO
Dónde hubo fuego cenizas quedan, dice un adagio popular. Eso es lo que parece ocurrir por los lares de Vamos Pa’ Allá, al filtrarse que otros diputados podrían enfrentar el proceso ético que ya incluye a la diputada que tiene nombre de divinidad femenina de la mitología nórdica y al diputado cuyo nombre africano significa ayuda y que armaron su songoro cosongo en estos días. Todo originado por la votación divida que se dio durante el debate plenario de la nueva ley de seguridad social, lo que llevó, posteriormente, a una acalorada discusión entre los diputados de esa coalición en la que hasta un panti modelo tanga de color rojo salió a relucir. El grupo que tiene planes de convertirse en partido político tendrá que pasar por esta y otras catarsis si quieren lograr dicho objetivo. Y será mejor que se vayan acostumbrando, porque en este clima político tropical en cada huerto plantado la naturaleza se encarga de hacer crecer plantas ajenas a las que pretende cultivar el dueño del terreno.
¿VENTA DE ACCIONES O DE CONCESIÓN?
Con esto del cambio de control de Hutchison, que incluye a la empresa Panama Ports, se sigue afirmando que la transacción es por la venta de la concesión de los puertos de Balboa y Cristóbal en Panamá. ¿Cómo puede venderse una concesión del estado a otro que no sea el concesionario original? El asunto debe quedar más claro, sobre todo por las implicaciones que ya arrastra en sí dicha operación comercial, tanto del lado del gobierno estadounidense como del chino que ha criticado duramente al conglomerado hongkonés CK Hutchison. Todo indica que la venta fue por las acciones de Hutchison a BlackRock; de ser así, que la parte panameña lo deje claro a través de la Autoridad Marítima o de quien sea la competencia, porque bastante ya tenemos con el aire enrarecido creado en torno a todo este asunto de los puertos ubicados a ambas entradas del Canal de Panamá y quién los controla.