La debacle interna de la bancada independiente “VAMOS”

 La debacle interna de la bancada independiente “VAMOS”

 

Por. Jorge Zúñiga Sánchez

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La historia política de la Panamá republicana está repleta de episodios que muestran el papel protagónico que las rebeldías juventudes “de a poco” fueron adquiriendo en el fortalecimiento institucional de la democracia.

Mencionaremos a las juventudes socialistas de los 30; del Frente Patriótico de los 40; del Partido Comunista y Demócratas Cristianas de los 50, hasta llegar a los 70, en los que la militancia de la oficialista FEP y de los grupos estudiantiles opositores rivales (CCT-CAN, FER, PST y GUAYKUCHO) libraban feroces batallas ideológicas y de fuerza, anécdotas que sus autores mantienen frescas en tertulias de cafetines y peñas políticas.

En las elecciones realizadas en ese período (1994-2024), el proceso de transición democrática pareciera navegas a la deriva. En cada una de esas consultas, aparecieron un sinnúmero de partidos asumieron parte activa (PAPA EGORÓ, RENOVACIÓN CIVILISTA, CD, PA

, y una largo etc.) que atrajeron las simpatías juveniles, pero lamentablemente muchos sucumbieron en las urnas.

Ya para el 2024 el electorado se cansó de los escándalos públicos escenificados por las bancadas partidistas, y decidió pasarle factura en las elecciones. El electorado buscó rostros nuevos, sin ataduras político-partidistas, sin importar méritos, ejecutorias o capacidades para desempeñar el oficio legislativo.

La barrería no fue total pues muchos veteranos sobrevivieron a esa purga, creando dudas si los nuevos “parlamentarios” sucumbirían a las “malas artes” y los matraqueos legislativos. Una gran expectativa ciudadana pesaba sobre ese novel grupo, pues estrenarían la arena política electoral, en un quinquenio que prometía abordar serios problemas de nueva data y otras pendientes.

En sus inicios deslumbraron haciendo gala de una envidiable elocuencia; de una participación rigurosa en sus Comisiones, quedando en medio la división de la Asamblea entre los “buenos y los malos”. Todo indicaba que esa camada de dirigentes políticos, se respirarían aires de transparencia en el hemiciclo, y se elevaría el nivel del debate político.

Sin embargo, la ausencia de una postura ideológica común que cohesionara su visión y acción grupal, hicieron que el fantasma del divisionismo interno día a día se hiciera presente. Y para colmo, la ausencia de un liderazgo aglutinante, o de una efectiva organización concertadora, hizo que cada uno respondiera a sus agendas personales, con el riesgo de que ésta resultara contraria a los intereses de sus electores.

Por eso, no fue posible unificar sus posturas en el debate sobre la Reforma a la Ley del Seguro Social, quedando en evidencia las debilidades de la Bancada VAMOS. Como se ven las cosas, pronosticamos que el Tema Minero que muy pronto quedará radicado en sede legislativa, provocará la ruptura total de la bancada independiente, con un sector apoyando al oficialismo, y otro a la oposición.

Para la VAMOS, el tema del Seguro Social representaba la oportunidad dorada de conectarse políticamente con las mayorías nacionales, que veían que la reforma en debate ponía en situación de riesgo sus intereses, mismas por todos los medios disponibles le expresaron al gobierno su absoluto rechazo.

Salvo por las actuaciones personales de uno u otro Diputado, VAMOS terminó en muy poco tiempo, en un fiel calco de los defectos que en campaña electoral endilgaban a los DIPUTADOS que buscaban reemplazar. A partir de la fecha habrá que aguantarse la “sacadera de trapos” entre los cuadros políticos de ese grupo, sin importar la frustración sembrada entre sus electores. Es cierto que de aquí al 2029 queda mucho trecho por recorrer, pero las Reformas a la Ley de la Caja del Seguro Social no son aceptadas por el pueblo, desde hoy les digo….!olvídense de la REELECCIÓN!

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