Qué puede hacer el Presidente y su gobierno en estos momentos?
El Escorpión

Miércoles 7 de mayo de 2025
VIENE EL TREN
El anuncio del proyecto del futuro tren desde la capital hacia Paso Canoas en la frontera con Costa Rica marca un hito importante en el desarrollo del país. De concretarse la obra, Panamá ampliará su capacidad logística y aumentará las posibilidades de comercio para la región centroamericana. Quizá no nos demos cuenta, pero el proyecto del tren podría traer más progreso del que imaginamos. Tan dados que somos a ponderar obras de otros países de la región, sobre todo si se venden como competidoras del Canal de Panamá, y en esto somos escépticos o le buscamos la quinta pata al gato. Tenemos que creer más en nosotros mismos, empinándonos por encima de cualquier sentimiento político a favor o en contra de quien esté arriba. El tren es un proyecto panameño y así debemos acogerlo, porque, al final, su financiamiento correrá a cargo de los impuestos que pagamos todos.
NO SOY MALA GENTE
Nuestro querido Diminutivo de Mulo pareció sincerarse en su última conferencia de prensa y, aparte de disculparse por su estilo gruñón, dijo que no era mala gente. Incluso hizo algunas confesiones de su niñez por aquellas tierras chiricanas y que envidiaba las pailas de bolas de carne con tortillas de maíz nuevo que hacían las señoras a lo largo del trayecto del ferrocarril de Chiriquí. De a vaina no nació en Puerto, según dijo, por los constantes viajes de su familia y el largo trayecto por la lentitud del tren. No sabemos si realmente sea o no mala gente, pero que en estos momentos la tiene dura y le va mal como gobernante, no hay duda. Al mal tiempo póngale buena cara y mande a cocinar una buena paila de esas bolas de carne que tanto añora para coger fuerzas y capear el temporal.
ABRAN LOS OJOS
Los amigos del norte que están de tira y jala con los chinos tienen que abrir los ojos y cuidar lo que ellos llaman su patio trasero. Y eso no se hace solo con presencia militar o firmando memorandos de entendimiento para ejercicios militares o persecución del narcotráfico y la migración ilegal. Si quieren realmente estar presentes en países como el nuestro, lo primero que tienen que hacer es tratarnos con respeto y luego abrir la ventana de inversiones que, en el caso de Panamá, deben estar dirigidas a financiar infraestructuras y facilitar el turismo de convenciones. No necesitamos maquinaria bélica ni convertir el Canal en un objetivo militar en caso de guerra; basta con que tengamos la capacidad de alojamiento masivo, aeropuertos y puertos capaces de atender gran número de aeronaves y barcos de tamaño grande, generación eléctrica abundante y abastecimiento de agua potable para satisfacer la demanda de una población mayor a la que habita nuestro territorio. Eso vale más que las balas, los cohetes y los cañones.
REACCIÓN TARDÍA
Quien salió a dar la cara un poco tarde fue el que Ni Raja ni Presta el Hacha tratando de explicar lo del memorándum de entendimiento que nadie quiere entender. A pesar de su respuesta tardía, no hay que quitarle el mérito de haberse atrevido a salir de su madriguera, aunque la lengua del Trompo Loco no ha ayudado mucho a hacerlo potable entre los panameños. Lo que puede sacar de positivo de toda esta experiencia de silencio roto es la lección que le queda para casos similares futuros y de que es mejor divulgar ampliamente desde el principio y no esperar a verse forzado a hacerlo con la agravante de que la credibilidad en sus palabras queden en entredicho y en duda.