El león está enfermo. El león está herido

 El león está enfermo. El león está herido

La bitácora

En la selva política panameña han surgido todo tipo de murmuraciones por el hecho del reciente anuncio del Rey León y su situación de salud. Es un hecho notorio que ir a los Estados Unidos y realizar exámenes adicionales es indicios de la gravedad de este asunto. Los demás animales de la selva política ya especulan sobre la posibilidad de sustituir al Rey León en sus responsabilidades primarias, pues al estar enfermo no es posible dirigir las grandes responsabilidades que representa administrar el reino animal.

El estrés deteriora cualquier estado de salud y más con una condición como la expuesta. En su lugar, no será posible dejar al inquieto cachorro que le sigue asumir esa responsabilidad. Los animales del reino no están muy contentos con esa sucesión y confabulan alguna posibilidad legal y legítima que les permita poner en vez de un cachorro, por lo menos a un Toro robusto y decidido a ejercer el poder con base en la experiencia que este ya posee. En este juego será importante analizar la magna carta del reino y no romper el orden natural de las cosas.

Si el Rey León no puede ejercer el encargo y el Cachorro ambiciona ser Rey León por sus propios méritos y gloria, ambos deberán dejar el cargo simultáneamente. Pero antes deberán nombrar al Toro robusto y decidido dentro del Consejo de Sabios Mediocres. Una vez nombrado, el Consejo de Sabios Mediocres deberán nombrar a uno de ellos como el Rey encargado. El Toro Robusto y decidido sería el más apto para asumir el cargo. Hasta aquí, todos los intereses se concilian. El cachorro podrá correr en las próximas elecciones y optar por ser un futuro Rey León con mandato propio. Los hipopótamos oligárquicos apoyarían la moción y estarían bastante cómodos. El Águila Norteño aceptaría la salida siempre y cuando sus intereses no se vean afectados y el rebaño seguiría en sus quehaceres diarios sin ningún cuestionamiento. Los pájaros mediáticos seguirían cantando las canciones sociales de siempre y el engrase natural de cargos, puestos y prebendas permanecerían inalterables.

El único problema que esta salida produciría es la capacidad del Toro robusto y decidido de alterar el orden natural de las cosas. Como su período no es mayor de dos años, no tiene necesidad de llamar a elecciones dentro del reino. Pero hay algo que si podría hacer. Cerrar la Asamblea del reino, llamar a una elección de Constituyentes, Promover y ratificar una Nueva Constitución Política y cambiar el Orden Natural de las Cosas. Esto le generaría enormes simpatías y quizás hasta podría prolongar su mandato más allá de los dos años restantes del León herido.

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