CÁRTEL CARCELARIO

Las requisas en las cárceles del país, principalmente en La Joya, continuarán realizándose «caiga el que caiga» según el ministro de seguridad. Y esperamos que así sea, porque los seis que han caído hasta ahora son miembros de la policía, custodios de la cárcel y funcionarios del sistema penitenciario del de gobierno. Entre la «mercancía» que se les fue confiscada había dinero en efectivo, celulares, drogas, armas punzo cortantes, cigarrillos y tarjetas para hacer llamadas telefónicas, artículos todos muy preciados en los recintos carcelarios y por los cuales se paga grandes sumas de dinero. No hay que echarle mucha mente para concluir que existe un cártel carcelario, en el que los funcionarios juegan un papel importante en los productos que se trafican en las cárceles.

NO QUIEREN DEJAR PATACÓN

El asunto de Cerro Patacón parece que va a ponerse más caliente que el mismo vertedero en pleno incendio de su basural. La empresa Urbalia alega que el contrato aún no ha vencido y que, por tanto, debe continuar operando el lugar. Imagínense si la Autoridad de Aseo (AAUD) no sabe distinguir entre los meses de marzo y diciembre, para saber cuándo termina el contrato, cómo será cuando tenga que administrar la disposición de los desechos en Cerro Patacón. Muchas cosas por los lares de la AAUD son un desastre y si su nuevo director no corrige pronto el rumbo, irá por el mismo camino que el anterior. Cuidado y acaba tirándolo todo a la basura.

AUMENTA EL VIH-SIDA

Cada vez hay más jóvenes que resultan positivos en la detección del Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH). La situación es preocupante ya que el diagnóstico, en muchos casos, resulta tardío porque la población de mayor riesgo no acude a hacerse el examen de detección temprana. La mayoría de los afectados está entre las edades de 19 y 29 años, algunos ya en etapa de Sida. Las regiones que más número de contagios presentan son Panamá Metro y la Comarca Ngöbe-Buglé. Hay que incrementar las campañas preventivas, más allá de la promoción del uso del condón, porque la promiscuidad también implica desórdenes en el área afectiva de las personas que deben tratarse de otra manera.

NO LE GUSTÓ QUE LO MULTARAN

Un conductor que fue poseído por el espíritu del Undertaker agarró por el cuello a un agente de tránsito y le entró a puñetazos y patadas por multarlo cuando transitaba por el hombre de la carretera hacia Arraiján. El tongo le roció gas pimienta y el hombre se puso más energúmeno y violento, por lo que el policía tuvo que darle un balazo en una pierna para aquietarlo. Ahora que no vengan los defensores de estos sujetos a decir que el agente se excedió en el uso de la fuerza. Golpear a los policías parece haberse convertido en una costumbre y la autoridad necesita tomar acciones más firmes ante estos individuos que ya han dejado lisiados o mandado a la tumba a sus víctimas.