Acordonada por la Policía Nacional, la Asamblea Nacional inauguró su última legislatura este 1 de julio eligiendo a su presidente sin ninguna sorpresa y en un ambiente de protestas que se verificó en las afueras del recinto legislativo.

Desde tempranas horas de la mañana, grupos sindicales, ambientalistas, organizaciones y sociedad civil se apostaron en los predios de la Asamblea Nacional, para dejar en claro su rechazo a las acciones y decisiones políticas del actual gobierno, a pesar del fuerte fuerte operativo de seguridad desplegado por la policía, que acordonó el perímetro del Palacio Legislativo y realizó cierres y desvíos hacia avenidas alternas próximas al área.

Con pancartas y consignas, los manifestantes protestaron en contra del contrato minero, la explotación de los recursos minerales e hidrícos, el mal manejo de los fondos de la descentralización, el desabastecimiento de medicamentos y la crisis de la Caja de Seguro Social, entre otros temas.

Mientras ello ocurría, el pleno se dispuso a elegir como presidente del órgano al diputado del Partido Revolucionario Democrático (PRD), Jaime Vargas, tal como estaba previsto desde hace algunos días. Además de la postulación de Vargas, la fueron postulados a la presidencia de la Asamblea los diputados Juan Diego Vásquez, por la bancada independiente, y Rony Araúz, por el partido Cambio Democrático. El Partido Panameñista, por su parte, decidió no hacer ninguna postulación para la presidencia del Legislativo.

La nota política la puso la diputada rebelde Génesis Arjona, de Cambio Democrático (CD), quien no solo dio su voto a las postulaciones que propuso este colectivo para la presidencia de la asamblea, por la facción de ese partido que apoya a Rómulo Roux, sino que fue postulada a la segunda vicepresidencia del Legislativo por parte de CD. Al votar en contra de la línea que otrora apoyaba, la diputada Arjona dejó en evidencia su abandono al grupo de diputados que lidera la también diputada Yanibel Ábrego, que le disputa la postulación a la presidencia de la república a Roux.