Moscú / Agencias

Rusia advirtió que Estados Unidos cruza la línea permisible en su política de sanciones unilaterales, al comentar los recientes castigos contra las empresas involucradas en la construcción del gasoducto Torrente Norte 2.

Observamos con interés cómo Estados Unidos cruza una línea histórica en la política exterior, al comenzar a imponer sanciones, a las cuales Rusia ha estado sometida durante mucho tiempo, contra sus propios aliados, declaró la Cancillería en un comunicado.

Esto es precisamente lo que prevé la ley del 20 de diciembre sobre el gasto en necesidades militares de Estados Unidos para 2020, la cual contiene una sección sobre la protección de la seguridad energética de Europa, indica el texto oficial.

La denominación de la ley es absolutamente tergiversadora, pues no se trata de ayudar a los europeos a garantizar el suministro ininterrumpido de energía por precios razonables, sino el deseo de privarlos de fuentes garantizadas de tales entregas desde Rusia, subraya.

Dañar la exportación

Además, la intención de dañar las exportaciones rusas no es en absoluto lo único o incluso lo más importante, agrega.

No menos evidente es el deseo de imponer el gas licuado estadounidense en Europa, muy superior en precio al de las entregas por gasoductos desde Rusia, lo cual ralentiza el desarrollo de la economía europea y socava su capacidad de competir con Estados Unidos en mercados mundiales, advierte.

Para este propósito, Washington sancionará no a las empresas rusas, sino a las europeas, participantes en la instalación de las tuberías del Torrente Norte 2 y el gasoducto Torrente Turco, recuerda Moscú.

En Washington, la decisión tiene en cuenta ambiciones geopolíticas y el beneficio comercial y en ello no perdona a nadie, ni siquiera a sus socios más cercanos de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, considera la referida dependencia.