PROCIDA, Italia (AP) — Italia es conocida por las procesiones religiosas que se apoderan de ciudades grandes y pequeñas durante todo el año cuando se celebran las fiestas católicas, un país donde las manifestaciones públicas de piedad popular son una tradición centenaria, las conmemoraciones de la Semana Santa de Procida destacan.

La pintoresca isla de la Bahía de Nápoles, a menudo pasada por alto gracias a sus vecinos más famosos, Ischia y Capri, vibra con fervor religioso en los días previos a Pascua .

Los isleños, jóvenes y mayores, participan en procesiones que recrean el Jueves Santo, cuando Cristo presidió la Última Cena con sus apóstoles, y conmemoran su crucifixión del Viernes Santo. 

Los eventos de este año comenzaron el jueves por la tarde, cuando niños y hombres vestidos todos de blanco y con coronas de espinas recrearon la Última Cena en la iglesia de Sant’Antonio Abate, bendiciendo hogazas de pan que luego se distribuyeron entre los isleños.

Los preparativos para los eventos comenzaron hace semanas, con la construcción de tres docenas de carrozas tipo Carnaval que desfilan por la ciudad, cada una de las cuales representa una escena bíblica.  Los artesanos de la isla los construyen desde cero en la antigua prisión en desuso y luego los ensamblan durante la noche en el patio de la prisión.

Acompañadas de un inquietante canto fúnebre interpretado por músicos locales, las carrozas finales de la procesión incluyen una estatua de la Virgen conocida como Addolorata y un Cristo crucificado de madera del siglo XVIII, acostado boca arriba y cubierto con un velo negro