La práctica de autorizar el funcionamiento de escuelas y colegios en áreas que no tienen la capacidad para soportar la circulación de muchos automóviles debe ser revaluada por las autoridades nacionales. Hay casos en que esos centros educativos están ubicados a corta distancia y el problema del atascamiento del tránsito es más grave; especialmente cuando los padres y vehículos de transporte están estacionados por largo tiempo esperando la salida de los estudiantes. Es necesario hacer una inspección para determinar si los locales donde están instalados o piensan instalarse estas empresas escolares tienen la capacidad para manejar el flujo de automóviles con playas de estacionamiento y puertas de acceso y salida adecuadas, para evitar entorpecer el libre tránsito vehicular. La aglomeración de los autos representa un peligro para los propios estudiantes y los conductores que tienen que hacer maniobras para mover sus vehículos, muchos estresados por la perdida de tiempo provocada por el tranque frente las escuelas.

1. ¿Cuáles criterios se utilizan para autorizar la apertura de una escuela en áreas residenciales?
2. ¿Cuántas de esas escuelas empresas cuentan con un estudio sobre el impacto de tránsito vehicular que provocaran?
3. ¿Qué medidas podrían tomar las autoridades para solucionar el atascamiento que se forma alrededor de las escuelas donde ocurre este fenómeno?