El Escorpión
Jueves 3 de octubre de 2024
REPUTACIÓN DUDOSA
Algunos de nuestros representantes ante el Parlamento Centroamericano no parecen ser la mejor muestra de la sociedad política panameña. Algunos de los honorables diputados que representan a Panamá, si es que se les puede llamar así, están involucrados en problemas con la ley por delitos contra el patrimonio del estado, la mayoría, y algunos otros crímenes. Con tales especímenes de la fauna política criolla la reputación de los políticos panameños queda muy mal parada en cuanto a sus valores éticos y morales. Por algo en cierto momento el Parlacen fue definido como una cueva de ladrones por quien, paradójicamente, también se refugio en él y le siguieron sus vástagos y algunos de sus compinches.
HANSEL Y GRETEL
La dupla por el consejo de gabinete para ocupar los puestos de procuradores general de la nación y de la administración ha provocado opiniones encontradas de respaldo y rechazo. Los cuerazos más fuertes se los ha llevado Luchín el engomao a quien algunos consideran como un yes man que carecerá del carácter y la independencia de criterio que reclama el ejercicio del cargo. El debate ratificatorio en el pleno de la asamblea promete ponerse caliente, aunque a juzgar por el idilio que viven los diputados aliados los votos están asegurados y el resto será mero trámite. ¡Colorín colorado!
PUENTE SEXAGENARIO
Con sus sesenta y pico de años a cuestas el Puente de las Américas sigue dando de qué hablar. Ahora no solo son son las barras de acero expuestas y algunas de sus partes de metal descascarilladas, sino el contrato de cinco millones de dólares que aún está vigente para darle mantenimiento a su estructura. Si ese contrato ha sido honrado por las partes, ¿por qué esa evidente apariencia de falta de mantenimiento? Definitivamente que el puente tiene sus secretos y misterios que deben ser desentrañados y, cuando se destapen, muchos quedarán mal parados ante la larga lista de chanchullos y negligencias que saldrán a flote. Y no olviden las vigas hache. ¡Plop!
LA UNACHI NO ES BONAGAS
El grupo de diputados que insisten en escudriñar los manejos de la Bonagas en la universidad chiricana deben recordar que son muchos los caminos que conducen a Roma y que la Unachi, como institución, no es la Etelvina. Así que deben pensar un poco más y encontrar la vía más idónea para alcanzar el objetivo deseado. Eso de citar la Constitución no es del todo convincente, porque la misma Carta Magna también reconoce el principio de autonomía de la institución universitaria, aunque se refiera a la Universidad Oficial de la República, pero que por extensión se reconoce en toda ley al resto de las universidades al reconocerles personería jurídica, patrimonio propio y el derecho de administrarlo; y que, para hacer efectiva esa autonomía económica, el Estado debe dotarla de lo indispensable para poseer ese patrimonio y los medios necesarios para acrecentarlo. Cuidado con el camino que se elige transitar, porque pueden volver con el rabo entre las piernas. Una cosa es con violín y otra con guitarra.