Los negocios de la Caja del Seguro Social (CSS)

 Los negocios de la Caja del Seguro Social (CSS)

Por Avenabet Mercado /Línea Directa

La cadena de los hechos son muchos, algunos sorprenden; otros, horrorizan. La lista del silencio es extensa y las quejas van desde una simple coima a negocios supuestamente ocultos en  instituciones del Estado que,  simplemente,  espantan;  Jamás pasaban por un proceso de licitación transparente.

Así se realizaban muchos negocios de medicamentos en la Caja del Seguro Social (CSS) y aún peor, en comunidades rurales donde los pitos se dice eran para el alcalde o también, bien claro que en cofradía con algunos pomposos diputados de turnos. Los negocios eran como arañas, con apariencia o representación engañosa y falaz de “las cosas”.

Fueron negocios bajo las ruedas del silencio cómplice, no se detenían allí. El remolino de la injusticia social y económica siguió avanzando por las zonas rurales del país, donde se iniciaron proyectos que jamás llegaron a su fin; pero si acaso concluían, la cruz tenía que llevarla el próximo gobierno y así, se limpiaban las mugres dejadas por el anterior.

Los negociados pareciera eran bien simple, pero ahora el proceder es histórico: Desde hace tiempo pasaban de gobierno a gobierno. Todos se lavan las manos, igual al poderoso gobernador romano  Poncio Pilato.

La figura del nepotismo sigue aún presente, una y otra vez; habían gobernadores, alcaldes, representantes y concejales. Los consejos locales representan alegrías y promesas en cada comunidad, pero las letrinas modernas jamás llegaron en abundancias y aún peor,  dicen que los resultados fueron mezquinos, de desastres o ineficiencias frente al compromiso de respuestas hacia deuda social con la nación.

Y todos estos escenarios son así  porque en los negocios de la CSS, en asuntos municipales o cualquier otras de las instituciones propia del Estado casi siempre se observa pasar a los jefes con sus “jefecitos,  quienes son los cómplices  de ejercer el dominio económico en una forma perniciosa.

Más hoy se debe aplaudir el primer paso dado por el presidente de la República, José Raúl Mulino, en interés de corregir vicios que muchas veces pareciera avanzan ocultos en muchas de las instituciones del Estado. La Caja del Seguro Social (CSS) necesita el apoyo de las organizaciones gremiales, profesionales  y empresarios honestos. Poder, pero suficiente para vencer el amiguismo y  el  arte del nepotismo con sus pelotazos.  La corrupción tiene que llegar a su fin.

Avenabet Mercado