Por Avenabet Mercado / Línea Directa

En varias décadas de gobierno democrático la Caja del Seguro Social en Panamá ha sido utilizada como una caja chica, donde todos llevan dineros, más luego nadie trae. Hoy el sistema enfrenta una crisis estructural que amenaza su sostenibilidad y capacidad para garantizar las prestaciones de salud y pensiones a la población.

Este problema, que se ha gestado durante décadas, se debe a múltiples factores, incluyendo el envejecimiento de la población, la informalidad laboral y la mala administración de los recursos. Ante este panorama, es fundamental analizar las causas de la crisis y proponer soluciones viables que permitan garantizar la estabilidad del sistema a largo plazo.

Causas de la crisis

Envejecimiento de la población: La tasa de natalidad en Panamá ha disminuido, mientras que la esperanza de vida ha aumentado. Esto ha generado un desbalance en el sistema, donde hay más pensionados que trabajadores cotizando activamente.

Alta informalidad laboral: Un gran porcentaje de la población económicamente activa trabaja en la informalidad, lo que significa que no contribuyen al Seguro Social, reduciendo los ingresos del sistema y aumentando la carga sobre los trabajadores formales.

Mala gestión y corrupción: Casos de corrupción y mal manejo de los fondos del Seguro Social han debilitado la confianza en la institución y han generado pérdidas económicas significativas.

Déficit en el Programa de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM): La falta de suficientes ingresos para cubrir las pensiones ha llevado a la necesidad de utilizar reservas que se están agotando rápidamente, poniendo en peligro la capacidad del sistema para pagar futuras jubilaciones.

Posibles soluciones

Para enfrentar esta crisis, es necesario implementar una serie de reformas estructurales que garanticen la sostenibilidad del sistema. Algunas de las posibles soluciones incluyen:

Reforma del sistema de pensiones: Se podría considerar aumentar la edad de jubilación progresivamente, incrementar las tasas de cotización o cambiar a un modelo mixto que combine el sistema de reparto con cuentas individuales de ahorro.

Formalización del empleo: Fomentar políticas que incentiven la formalización laboral, como beneficios fiscales para empresas que regularicen a sus empleados o programas de apoyo a trabajadores independientes para que coticen voluntariamente al Seguro Social.

Mejor administración y transparencia: Implementar mecanismos de control más estrictos y auditorías periódicas para evitar el mal manejo de los fondos, así como sanciones más severas para quienes cometan actos de corrupción dentro de la institución.

Diversificación de las fuentes de financiamiento: Explorar nuevas fuentes de ingresos para el Seguro Social, como impuestos específicos destinados a su financiamiento o inversiones estratégicas que generen rentabilidad sin poner en riesgo los fondos.

Educación financiera y previsional: Promover la educación sobre la importancia del ahorro para la jubilación y el impacto de las decisiones económicas personales en el sistema de pensiones.

Conclusión

La crisis del Seguro Social en Panamá es un problema que requiere atención inmediata y soluciones estructurales a largo plazo. Sin reformas significativas, el sistema enfrentará un colapso que afectará a millones de panameños. Es fundamental que el gobierno, el sector privado y la sociedad trabajen en conjunto para desarrollar e implementar políticas que aseguren la estabilidad y viabilidad del sistema, garantizando así el bienestar de las generaciones presentes y futuras.