El Escorpión

Lunes 14 de julio de 2025
DEUDA REDUCIDA
El Canal de Panamá anunció recientemente la reducción de su deuda en casi un 80% de su valor. Noticia grata para nuestra principal empresa estatal y cosa que da envidia si hacemos la comparación con nuestra deuda pública, aunque lo acontecido en el Canal también tiene repercusión en el sostenimiento del país, tanto interna como externamente. Sin embargo, como nación debemos aspirar a que el endeudamiento nacional se reduzca y se maneje de una manera más responsable y planificada. No podemos seguir montados en la ola de tomar prestado para pagar gastos de funcionamiento y tapar huecos fiscales que solo nos traen desgracias, sea tarde o temprano, para las finanzas públicas. Son muchos años y grande el daño ocasionado en este campo y que ahora debe repararse, al menos en parte o sentando las bases para el seguimiento estricto del manejo de la deuda. Comprobado está que podemos hacerlo, tomando el ejemplo del Canal de Panamá, solo nos falta mantener a raya la politiquería que nos ha arrastrado al populismo y al desgreño administrativo causante, en gran medida, del escandaloso endeudamiento del país.
A CLASES SIN FINIQUITO
Aparentemente este lunes retornamos a las clases presenciales en las escuelas en las que estaban ausentes los docentes que se mantenían en su posición huelguista. No hubo finiquito de huelga, al menos no en la manera en que lo planteaba la dirigencia de los educadores en paro; en su defecto se firmó una declaración de principios por la educación, en la que las partes aceptan retornar a clases y realizar la labor docente de manera ininterrumpida y el compromiso de desvincular al sistema educativo de la política. Pero no todo es dicha y felicidad tras rubricarla con las firmas respectivas. Lo cierto es que este asunto parece más una tregua que un armisticio, que el movimiento docente se resquebrajó y que la cuestión del salario descontado seguirá ardiendo como un tizón en medio de un cañaveral que, a la primera ráfaga de viento, cogerá candela. Pela el ojo Lucinda.
YO NO FUI, FUE TETÉ
Nomás levantarse de la silla y sin dejar que se enfriara del calor generado por sus posaderas, uno de los dirigentes culpó al gobierno de todos los males y daños provocados por la huelga docente y dijo que la lucha continuará. En su repartición de la culpabilidad, no solo le echó el bangañazo de ñinga al gobierno, sino que pringó a los empresarios y a los diputados que aprobaron la Ley 462 que reformó el régimen de seguridad social. Preocupado más por querer justificarse por la firma de la declaración promovida por Yo Quiero a Lucy, con ayuda del CONEP y las bancadas de la asamblea, el hombre hizo todo un guacho con el derecho a huelga y el retorno a clases. Cuando despierte del shock ojalá analice y razone bien el asunto de la culpa sobre quién, porque allí cada cual tiene su pedacito de domingo: el gobierno por haber propuesto la ley y la represión policial; los diputados por aprobarla; las autoridades educativas por permitir durante tanto tiempo que se juegue con el sistema educativo; los empresarios por no exigir experticia a los trabajadores y pagar lo justo por ella para que la mayoría pueda obtener mejores jubilaciones; y los docentes por utilizar la huelga como arma política sin importarles el perjuicio que ocasionan a cientos de miles de estudiantes y a la educación nacional. Culpables muchos, inocentes ninguno.
FUEGO MIGRANTE
Muy malo el incendio de la estación transitoria de migrantes que provocaron algunos individuos por su molestia o disconformidad con el tratamiento de su situación migratoria. Parecen olvidar que por nuestro país están de paso y que las autoridades no pueden someterse a su voluntad o su querer en cuanto sus deseos de retornar o no a sus países. Lo único que se han ganado es su conducción ante las autoridades competentes, para su debida sanción y detención en uno de los recintos carcelarios panameños, y el daño a las instalaciones de atención al migrante que dificultará aún más el manejo de los trámites y la acogida de quienes sí quieren acatar las disposiciones para resolver su estatus migratorio.