Gobierno italiano arriba a 2020 en equilibrio inestable

 Gobierno italiano arriba a 2020 en equilibrio inestable

Por Frank González

Roma, 23 dic (Prensa Latina) Sostenido por una alianza de fuerzas políticas heterogéneas, el actual gobierno italiano arriba a 2020 lastrado por el equilibrio inestable característico de sus primeros cuatro meses de vida.
El ejecutivo formado por la mayoría parlamentaria del Movimiento 5 Estrellas (M5E), Partido Democrático (PD), Italia Viva (IV) y Libres e Iguales (Leu), nació el 5 de septiembre último a raíz de la crisis provocada por la ruptura de la coalición del M5E y la derechista Liga, sobre la cual se apoyaba el anterior.

El objetivo del pacto coyuntural entre agrupaciones rivales fue detener el avance de la derecha y la corriente soberanista encabezada por la Liga y su líder, Matteo Salvini, quien procuraba la convocatoria a elecciones legislativas anticipadas.

Al frente del nuevo gobierno, repitió el primer ministro, Giuseppe Conte, acompañado por otros 21 miembros del gabinete, ocho de ellos sin cartera, con 10 representantes del M5E, nueve del PD, uno de Leu y una funcionaria de perfil técnico, Luciana Lamorgese, quien asumió la cartera del Interior.

La reorientación europeísta y la restauración de la confianza en los inversionistas reflejada en descenso del diferencial entre los bonos del tesoro plurienales y su referente el Bund alemán fueron consecuencias inmediatas de la nueva alianza, en la cual persistieron las contradicciones por múltiples razones.

Apenas dos semanas después de la toma de posesión del flamante ejecutivo, el exprimer ministro Matteo Renzi, anunció el nacimiento de ‘Italia Viva’ con la adhesión de 14 senadores y 27 diputados, 38 de ellos provenientes del PD.

El objetivo declarado por el exsecretario del PD con la creación del nuevo partido de orientación liberal reformista es captar seguidores del centro hacia la derecha del espectro político, sin abandonar la actual mayoría parlamentaria.

La escisión liderada por Renzi acentuó las contradicciones en la coalición de gobierno donde, como era de esperar, es a menudo muy difícil lograr el consenso sobre diversos temas, incluso después de adoptada una decisión en el Consejo de Ministros.

Una vez sorteados importantes escollos en la recta final de 2019 como el proceso de reforma del Mecanismo Europeo de Estabilidad y la elaboración del proyecto de ley del presupuesto para el próximo año, la alianza gubernamental está abocada a una comprobación de condiciones para seguir adelante.

Para Conte, esa verificación se hará en enero para acordar reformas estructurales, prioridades con un cronograma de implementación y una estrategia hasta el fin de la actual legislatura en 2023.

Racionalización de los recursos públicos mediante el reforzamiento de la asociación entre los sectores público y privado; simplificación del contexto regulatorio; y reducción de las cargas burocráticas, son las bases sobre las cuales se proyectarán las inversiones para que sean más eficaces, según el primer ministro.

En igual sentido se pronunció el secretario del PD, Nicola Zingaretti, quien a través de un mensaje difundido en Facebook expresó que ‘alianza significa compartir objetivos y tener en el corazón los intereses de Italia’.

Zingaretti abogó por ‘reactivar los motores de la economía’, crear empleos, apoyar la revolución verde, relanzar las inversiones, simplificar el Estado, impulsar la revolución digital, la construcción de obras útiles de infraestructura e invertir en el sector educacional.

Para analistas, esas voluntades serán puestas a prueba apenas comience 2020, cuando el gobierno aborde temas y situaciones de escaso o ningún consenso en sus filas, en los cuales podrá arriesgar su estabilidad, si después de cada perturbación no logra retornar a su punto original como prevé el equilibrio inestable.

Redacción