Durante su discurso el jefe del Estado panameño reflexionó sobre las  profundas desigualdades de las sociedades a nivel regional y global reveladas ‘en toda su crudeza’ por la pandemia de Covid-19, que ha puesto en evidencia que ‘el único camino para la sobrevivencia de la Humanidad debe ser guiado por la solidaridad’, aseveró.

Panamá pudo contratar suficientes vacunas para toda su población y logrará en las próximas semanas la inmunidad colectiva -informó el mandatario –,  al mismo tiempo consideró que  la meta no puede ser en algunos países se  llegue a la inmunidad del rebaño, «cuando el objetivo tiene que ser que alcancemos inmunidad global’.

El mandatario calificó de ‘gran desafío’ regional la necesidad de entregar ayuda a la población en medio de las ‘duras circunstancias impuestas por la pandemia, contribuyendo así a mantener las condiciones de vida y la paz social’.

Expuso la experiencia de su país en el suministro de alimentos e insumos básicos a quienes perdieron sus fuentes de ingreso, especialmente en los segmentos de población más vulnerables, acción que permitió reducir la pobreza extrema en 2020, según reconoció la Comisión Económica para América Latina y el Caribe.

Tomando en cuenta que la nación centroamericana está en inmersa en una crisis migratoria por su condición de tránsito, Cortizo expuso que en lo que va del presente año, 80 mil irregulares atravesaron el Istmo, con un crecimiento exponencial mensual que se multiplicó más de 37 veces desde enero hasta agosto.

‘Apelamos a la comunidad internacional para hacer, lo más pronto posible, un esfuerzo conjunto con estrategias coordinadas y recursos para anticipar una crisis humanitaria regional de graves proporciones. Esto es una responsabilidad de todos’, exclamó el presidente Cortizo, para luego reiterar aspectos fundamentales sobre el   diálogo sobre el Pacto del Bicentenario: Cerrando Brechas, que se construyó mediante una consulta amplia, con el apoyo de Naciones Unidas.

Subrayó el mandatario  que la pandemia sometió a las naciones del mundo a desafíos monumentales, y uno de esos retos es la vacunación que, en el caso de Panamá, actuando con previsión pudo contar con suficientes vacunas seguras y eficaces para toda su población.