ONU, OIT y MIDES ponderan el valor de la mujer
Por Avenabet Mercado / Línea Directa
A pesar de que la legislación vigente del Estado panameño consagra el principio de igualdad entre los sexos, existen vacíos jurídicos que aún mantiene la discriminación contra la mujer, como algunos de los casos en las áreas rurales, donde adicionalmente a las tareas tradicionales comparten muchas responsabilidades en las labores productivas, situación que refleja una subordinación.
Reconocemos que el valor del Código de la Familia representa un gran avance en la legislación de Panamá, para la igualdad jurídica de la mujer, pero aún sigue pendiente el incorporar las recomendaciones que siempre hace la Organización Internacional de Trabajo (OIT) sobre la igualdad de remuneración por igual trabajo del hombre y la mujer, o también, sobre la discriminación por razones de sexo en el empleo y ocupación.
Pero no podemos detenernos aquí. De igual manera, es necesario un análisis con enfoque en el género del Código Penal ante el propósito de incorporar disposiciones que regulen figuras delictivas que no han sido contemplada, entre ellas aspectos de violencia contra la mujer que causa sufrimiento inmenso en la familia.
Además del dolor en el núcleo familiar, se deja profunda huella en la víctima. El maltrato a la mujer también toca los hilos en la comunidad, como confirman cifras que son elocuentes del Fondo de las Naciones Unidas (UNICEF) en sus enfoques por la protección a los derechos de la mujer.
Por eso, ahora también, se debe aplaudir las reuniones bilaterales en el marco de la Misión a la Sesión de la Comisión Jurídica y Social de las Mujeres de Naciones Unidas que, recientemente, realizó la ministra del Ministerio de Desarrollo Social de Panamá (MIDES), María Inés Castillo.
En esas reuniones de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la ministra Castillo ponderó los compromisos de Panamá al asumir responsabilidades en materia de género.
Las iniciativas de Panamá, uniendo fuerza mediante una agenda paralela con Mayra Jiménez, Ministra de la Mujer de la República Dominicana; la directora Ejecutiva Adjunta de ONU Mujeres, Asa Regnér y la Directora Ejecutiva de UNFPA, Dra. Natalia Kanem.
Por otro lado, se realizaron acercamientos especiales con la ministra de la Mujer de Francia, Élisabeth Moreno; la ministra de Presidencia de Portugal, Mariana Vieira da Silva, la directora del Instituto de la Mujer de El Salvador, María Lilian López; la ministra de la Mujer de Paraguay, Celina Esther Lezcano Flores; la Ministra de las Mujeres, Géneros y Diversidad de Argentina, Elizabeth Gómez Alcorta; y la ministra de la mujer de Brasil, Damares Alves.
Ellas son mujeres de proyectos sociales que conocen el poder de las palabras, porque no callan sus voces cuando se trata de abusos contra los niños, contra la violencia de género y el peligro que hoy acecha a la familia. La mujer, en toda América u otro punto del mundo, necesita más apoyo social.
Hoy se necesita respuesta inmediata. Persisten cuadros donde, lamentablemente, la mujer sufre violencia y presión de discriminación por situaciones que aún en nuestros días no han sido superadas.
La decisión asumida por el presidente de la República, Laurentino Cortizo Cohen, de llevar un plan o proyecto de Ley 06-22, que crea el Ministerio de la Mujer, a la Asamblea Nacional de Panamá (AN, debe ser aplaudida.
Ahora bien, desde ya, se debe empezar un ciclo de oración para que las buenas ideas del proyecto de Ley no caigan en manos de diputados corruptos, esos que gustan de moverse de arriba abajo por una acción, con supuestas prácticas donde acosan a las mujeres y las llevan a pequeñas tumbas para tratarlas sin piedad. Un Ministerio de la Mujer en Panamá, merece un fuerte aplauso.