La migración como tema de coordinación regional latinoamericana
La bitácora
Los Estados Unidos vienen a Latinoamérica a buscar soluciones a las olas migratorias que ingresan por sus fronteras. Acude a los Gollums latinoamericanos. Así como lo oyen esos países latinoamericanos que aman y odian a los Estados Unidos, así como se odian a sí mismos por no vivir en su territorio el American Way of life. La típica relación de los países latinoamericanos es la de desear ser amigos de los Estados Unidos y a la vez liberarse de ella. Y en ese contexto se habla de cooperación y coordinación regional.
Por Gollum me refiero a esa criatura amorfa en la novela de Tolkien, El Señor de los Anillos. Pues bien, el transito migratorio tiene dos facetas. La primera tiene que ver con aquellos países indiferentes a la emigración de sus ciudadanos a los Estados Unidos porque lo ven como una válvula de escape para sostener la estratificación social vigente y el statu quo político nacional sin alterar las estructuras económicas. Me refiero a los países del Triángulo Norte. Es decir, Guatemala, El Salvador y Honduras.
La emigración le genera dos ventajas. En primer lugar, le revierte en remesas dólares que impulsan el consumo local y representan un porcentaje importante del Producto Interno Bruto. Entonces porque matar la gallina que pone los huevos de oro. Si la gente emigra y familiares remiten dinero, la presión contra el gobierno y el statu quo político se limita. Imagínense si la población estuviese retenida en estos países. La presión social produciría revoluciones.
En segundo lugar, hay países que les abre las puertas a través de la excepción de visados a cubanos, haitianos para que puedan tomar rumbo a su destino final. Esta es una herramienta política utilizada para crear el problema al Coloso del Norte. No nos llevemos a engaños. La imagen que proyecta los Estados Unidos de su propio bienestar y nivel de vida para sostener su visión hegemónica en el mundo provoca a grandes sectores de la población mundial a querer compartir el sueño americano. Y eso solo se puede lograr emigrando a los Estados Unidos, algo que genera un status y una distinción frente a sus compatriotas. O no se han fijado ustedes de los parientes cuando regresan a suelo patrio los adjetivos, las comparaciones, la negación de clase como actúan. Se vuelven por la green card o el pasaporte americano en unos verdaderos come-mierdas.
Señores del Norte. El Sur les traslada a ustedes el “surplus” el excedente poblacional, los que sobran. A los que los gobiernos no le tienen respuestas. Si ustedes vienen con la temática de los derechos humanos y la protección de los inmigrantes de los “supuestos” traficantes de personas” están maquillando el problema.
Se requiere cambios estructurales en los países del sur y ustedes pueden contribuir con traer las fábricas de China al continente de la doctrina Monroe. Así podrán evitar la necesidad de emigrar al norte, pues encontrarán suficiente oportunidades en su propio país.