El Escorpión
ONU RECONOCE LABOR DE PANAMÁ
La Organización de las Naciones Unidas reconoció el trabajo de la plataforma PANAVAC 19, de la Autoridad de Innovación Gubernamental(AIG), con el Premio al Servicio Público de la ONU, por la labor realizada en materia de información sobre la vacunación del COVID-19. Al parecer no todas son listas negras, cuando las cosas se hacen bien y el trabajo de los técnicos y profesionales es respetado por encima de los manejos políticos. Bien por Panamá, ahora solo falta que descubran una vacuna contra la corrupción y vacunar a más de cuatro políticos bellacos dedicados a robarse la plata del pueblo.
¿ALÉRGICOS AL MARISCO?
Parece que a las empresas constructoras la licitación para la edificación del nuevo Mercado del Marisco les produjo alergia. Ninguna se presentó y el acto fue declarado desierto. Con tantas voces críticas en contra y el fallo de un juzgado que revoca las facultades del alcalde para la convocatoria, el asunto no pinta bien para el nuevo mercado marisquero. Ahora esperaremos cual es la siguiente movida alcaldicia. Ya se quedó sin playas y ahora sin mercado del marisco nuevo. Como que el mar no quiere nada con el burgomaestre capitalino.
RENUNCITIS PARTIDISTA
Otro miembro conspicuo del PRD abandonó el barco del capitán Benicio, por no estar de acuerdo con las actuaciones internas de la dirigencia partidaria. Y son varios profesionales y gente de trayectoria que salta del buque. Ahora le tocó el turno a un descendiente del gran Belisario Porras, con el que ya son dos parientes de caudillos (uno anterior era de Torrijos) que saltan por la borda. Esta ola de renuncias en varios partidos políticos pareciera que va tomando rumbo a una epidemia. Que tomen nota los dirigentes y pongan las barbas en remojo, porque cuando figuras prestantes de sus colectivos se apartan descontentos con la dirigencia, algo funciona mal. Y será mejor que abandonen las prácticas politiqueras que los han llevado a tomar el control de sus partidos.
EL MOP Y SUS 350 MILLONES
Lo dicho por el ministro de obras públicas ante la comisión de presupuesto de la Asamblea es el drama que se vive en cada ministerio: las millonarias cifras del presupuesto de inversión son sangradas por el pago de deudas y queda muy poco para invertir en obras. Allí está el detalle, como diría Cantinflas. ¿De qué vale jactarse cada año de un presupuesto de inversión de miles de millones? Pues, de nada. Y el resto de los millones de funcionamiento son para pagar, entre otros gastos, la insaciable planilla estatal en la que los diputados también tienen su varita mágica para colocar a sus allegados y simpatizantes. Como ya Sabonge rompió el silencio, ahora cada vez que veamos un hueco en las calles nos recordará que algo podrido que huele en Dinamarca.