YO NO SÉ NADA

Daniel Santos interpretaba una canción que decía en parte así: «Yo no sé nada, yo llegué ahora mismo, si algo pasó yo no estaba allí.» Se trataba de una vecina del barrio que se había casado y al día siguiente de la noche de bodas se asomaba al balcón como si nada, mientras el vecindario comentaba que si era el novio el que tenía ojeras. Todos hablaban del asunto, pero nadie sabía nada. Y así continuaba el coro: «Que si lo dijeron. Que si alguien lo vio. Que si lo cogieron. Que si qué sé yo.» Pues algo parecido ocurrió con el ministro del MEF cuando le preguntaron sobre el caso de la asignación y el uso de los fondos de la descentralización por parte de las juntas comunales. Con los argumentos que tenía a mano se excusó de dar las respuestas. Ni siquiera prometió averiguar y responder después. Ya veremos dentro de un par de años si algo pasó y si el novio tenía ojeras. ¡Yo no sé nada, señores!

HOSPITAL SIN LUZ

El Nicolás Solano tuvo que enviar varios pacientes a hospitales de la capital porque no contaba con el servicio de electricidad. Así de feo está el asunto con la prestación del servicio eléctrico en Panamá Oeste. ¿Cómo es posible que un hospital tan importante se quede sin electricidad?  Tras que no le prestan la debida atención dotándolo de equipos médicos de alta tecnología, personal de salud y ampliación de sus instalaciones, ahora también ponen en peligro sus operaciones por la falta de electricidad. Por si no se han dado cuenta los políticos que gobiernan y aspiran a hacerlo, ese hospital sirve a más de medio millón de personas de Panamá Oeste y desde hace tiempo merece ser elevado a nivel de complejo hospitalario con todas las de la ley, pero ni siquiera es mencionado entre las promesas electorales de los que buscan el voto por esa provincia.

MERCADO PERSA

Varias áreas de la ciudad capital lucen como un mercado al aire libre, donde se ofrece desde chucherías hasta productos comestibles, a veces sin guardar las normas de higiene y de respeto a la circulación peatonal y vehicular. Espacios aledaños a centros hospitalarios, escolares, estaciones del metro y otras áreas con alta circulación de personas se ven ocupados en un elogio al desorden y a la abierta violación de las medidas de seguridad para evacuarlos de manera segura en caso de necesidad y para el acceso de entrada y salida de ellos. Tanto la alcaldía como el resto de las autoridades ministeriales tienen que poner más empeño en regular y controlar dicha situación, porque en el momento menos esperado puede constituirse en la causa de una tragedia que todos lamentaríamos.

FENÓMENO DEL NIÑO

Las predicciones de su llegada auguran, en el peor de los escenarios, dificultades que van desde la provisión de agua potable, la operación del Canal y la disminución de la recaudación fiscal. Sin embargo, la presencia del Fenómeno del Niño no implica la ausencia total de lluvias y todo dependerá de que si estas caen sobre las áreas geográficas propicias para que su efecto sea menos grave. Por ahora nos toca estudiar la forma de mitigar esos efectos, para poder mantener la producción agropecuaria en niveles óptimos y la operación del Canal de Panamá sin mayores contratiempos. Y mientras más pronto, mejor.