Urge un gobierno del verdadero cambio político
Por Avenabet Mercado / Al Día Panamá
Por Avenabet Mercado / Al Día Panamá
El desarrollo económico y social en cualquier país siempre depende de las funciones administrativas de un buen gobierno, pero este es uno de los ingredientes que ha faltado, por demasiado tiempo, en los gobiernos democrático de Panamá.
Y quizás, el éxito de una función gubernamental no está en que el Estado sea una fuente de socorro perpetua que ayude a las gentes a sobrevivir; por el contrario, está en que todos los ciudadanos seamos socios de la creación para un cambio en una nueva forma de administrar los bienes públicos, que son propio de la nación, para así poder potenciar el desarrollo social, político y económico.
Un buen gobierno democrático se inicia desde las propias estructuras de los partidos políticos, ha llegado el momento donde urge ir realizando el verdadero cambio político en el país. Es desde esas estructuras electoreras que los ciudadanos debemos asumir responsabilidades mutuas hacia los caminos del buen Estado, hoy ese debe ser el fundamento de nuestra sociedad.
Dentro de las organizaciones partidistas no es inteligente seguir con aquellos dirigentes que ejercen las intrigas o ejecutan malas maniobras en las elecciones, igual a muñidores o trepadores políticos con vicios ocultos.
Ya es tiempo que se produzcan mejores frutos para el Estado, hay crisis política en nuestra democracia porque desde las propias raíces de las organizaciones partidistas existen las irresponsabilidades organizativas o se crean las escaleras para la traición.
Urge en nuestra nación tener dirigentes que estén más cerca de Dios, de la familia o que invoquen razones de patriotismo. Los buenos gobiernos necesitan siempre a políticos con mentalidades de estadistas, pero en eso los dirigentes del pueblo, antes y de ahora, los que invocan furiosamente, a los humildes ciudadanos, a los pobres, son máscaras de odio.
Hoy, después de la pandemia del Coronavirus (Covid-19), que azotó a todas las naciones; en el caso de Panamá, el próximo gobierno tendrá que ser de estructura liberal en sus cuadros políticos para poder lograr el desarrollo económico y social del país. No podemos vivir machacando odio o ser crueles con aquellos políticos que hacen oposición con ética o elevan el discurso del honor para desarrollar la nación.
Necesitamos fortalecer la democracia, pero ejerciendo una buena balanza política de Verdadero Cambio para ir hacia un desarrollo social más justo, más humano y donde se mejore el nivel de la educación, estructurar caminos hacia una perspectiva de salud y también dar solución a los problemas energéticos, pero respetando siempre el medio ambiente.
Panamá requiere tener instituciones capaces, fidedignas y donde se aplique la transparencia; se requiere que tengamos una Asamblea Nacional con ilustres diputados que puedan definir su concepto de justicia social, sean más honestos y más eficientes; pero también necesitamos una fuerza policial más honrada frente a la prevención de los delitos.
Aún no podemos quedarnos ahí, pensando en los alcaldes, también necesitamos que los gobiernos locales se fortalezcan bajo los principios del liberalismo político de avanzada y que además, deban tener un adecuado financiamiento proporcional a las atribuciones y deberes que le confiere la Ley.
Los escenarios de la democracia panameña nos están exigiendo cambios políticos para adecuarse a los cambios de la estructura internacional, entonces, se debe ir pensando en una Corte Suprema de la Nación donde los jueces sean más independientes en sus funciones frente a la justicia. Necesitamos magistrados que sean catedráticos, educadores o maestros frente a los principios de equidad.
En esta próxima jornada electoral de cara a las elecciones del 2024, finalmente, la clave del éxito estará en dejar atrás a grupos políticos tradicionales, o desfasados, para pasar a una corriente del liberalismo exitoso, que en sí es la verdadera esencia de la libertad en las relaciones sociales. Panamá tiene que renacer llena de esperanza, hay que seguir pensando en el “Verdadero Cambio” para un mejor porvenir de la nación