El Escorpión
Miércoles 15 enero de 2025
AUDITOS Y ÑAGARE
El otro Flores, no el prófugo, dijo que no firmará ninguna compra de laptops para el ministerio de educación si no media una licitación para adquirirlas. Según el Bolo Florido el 44% de las escuelas no tienen internet y muchas de ellas ni siquiera electricidad, por lo que esas compras por acuerdo recibirán ñagare y más ñagare de su parte. Y en cuanto a las empresas que deben pagarles dividendos al estado como Naturgy, AES, Cable & Wireless y Panama Ports, entre otras, el florido controlador advirtió que les tiene preparada una sorpresa y procederá con auditorías y revisión de dividendos, tanto a ellas como la extensión de la auditoría a la administración estatal. Floripondio dice que aquí hubo despilfarro de los recursos nacionales y los autores andaban muy contentos por ahí como diciendo ¡Me lo robé y qué! A veces mientras más llamativa es la flor, más peligrosa es la planta.
INTERMITENCIAS
Algunos usuarios de la aplicación de transferencias de dinero Yappy tuvieron problema con el sistema, por las intermitencias en el proceso de las transacciones. Hasta el propio banco propietario de la plataforma advirtió a sus clientes del problema y los conminó a utilizar la banca en línea y los cajeros automáticos del banco. Fuera de esas afectaciones con las plataformas bancarias y las tarjetas de crédito, también hay que sumarle las experiencias amargas con el servicio de internet que en no pocas ocasiones se ve interrumpido o con bajones de velocidad sin que ninguna autoridad le ponga en cascabel a ese gato. Panamá es un país de servicios y, como tal, los sistemas de transmisión de datos, electricidad, internet y de comunicaciones en general deben funcionar con un alto grado de eficiencia. Ya basta del cuento de las radiaciones solares o de que un talingo hizo contacto con los cables y explotó un transformador. Nada de cuentos ni fantasías que para eso tenemos a Disney.
GUERRA DE LA POLLERA
Como si de las tunas de Calle Arriba y Calle Abajo se tratara, el Desfile de las Mil Polleras ha dejado una polémica en las redes sociales sobre el origen del traje típico. Unos dicen que de aquí y otros que de allá. Pero lo cierto es que que ninguno está en lo cierto al cien por ciento. El songoro cosongo se desató por una foto de Yo Quiero a Lucy empollerada, que ha provocado infelices comentarios por parte de algunos usuarios de las redes. Lucy es panameña y, como tal, puede llevar el traje típico cuantas veces le salga del alma, porque esto no tiene nada que ver con etnia ni con color de piel. Y para los que quieren darle a esa vestimenta un origen netamente del África subsahariana, mejor será que analicen la evolución del uso de las polleras dentro del marco colonial, porque las hay de diferentes formas y estilos por muchas partes de nuestra Iberoamérica de costas, llanuras y montañas. Y en el ámbito panameño están muy bien definidas las polleras congos, santeñas y las demás variantes vernaculares y estilos según su uso y región. Insistir en avivar el fuego de una guerra étnica sobre el particular no es más que necedad.
A LA JAULA
Los sueños de recibir casa por cárcel se le fueron a pique a la esposa del Fierro Fino. El Tribunal Superior de Apelaciones confirmó su condena y le negó la prisión domiciliaria, porque no se reúnen los presupuestos legales para acceder a esta medida sustitutiva, en atención a la pena impuesta y atendiendo al principio de legalidad. Ahora la mujer tendrá que ir a cumplir la pena de seis años de prisión dentro de una fría celda, porque los actos de su marido la arrastraron a ella y a uno de sus vástagos por el oscuro sendero de la ambición de dinero enriqueciéndose injustificadamente con los recursos del estado. ¿Qué tal si te digo que este es el precio que se paga por la vida ostentosa obtenida con dinero fácil?