Los retos del país
La bitácora
Ebrahim Asvat
No es muy grato ser presidente de la república en este lustro. Con un déficit fiscal alto, una ya casi perdida del grado de inversión, una caja de seguro social en serios aprietos, un proyecto minero construido a un costo muy alto y detenido y un proyecto de embalse que ayudará a darle mejor viabilidad al Canal de Panamá, pero requerirá movilizar comunidades.
El actual gobierno ya lleva seis meses de ejercicio y no se vislumbra un claro horizonte. En materia de ejecución podríamos decir que es casi nula. Pagar deudas viejas o hablar de como le dejaron el país no genera simpatías ni le importa al resto de la población panameña. Todos aquí saben como fue el gobierno anterior y por ello escogió a quien mejor lo pudiera hacer.
Pero la realidad parece ser distinta. El primer gran reto de reformar el programa de pensiones de la Caja de Seguro Social encuentra mucha resistencia tanto en diversos sectores gremiales, así como entre los diputados de la Asamblea. La ciudadanía como espectadora de estos encuentros por lo menos sabe algo. Pedirle sacrificios económicos sin mejorar el existente sistema desfasado, inhumano, mediocre y abandonado de salud es un insulto al más común de los panameños.
Esto no es un tema técnico que lo van a resolver las mentes matemáticas. Es un tema político y exige llevar a la ciudadanía una buena respuesta de eficiencia administrativa, de los servicios de salud para luego convencer en la necesidad de algunos sacrificios. Los cirujanos actuariales no pueden llevar la batuta en este tema. El gobierno debe estratégicamente determinar si este problema lo quiere resolver de raíz o lo puede posponer con medidas menos impactantes y trasladarle parte de las reformas al próximo gobierno o al de más arriba.
Algunos países han aumentado la edad de jubilación únicamente a quienes empiezan a cotizar por primera vez o desde una edad más distante a la jubilación. El sacrificio se dará, pero se necesita determinar quien lo paga y como al menor costo para los que se jubilan en una década. Hay opciones y en mi opinión una urgencia notoria de reformular la propuesta.
Y lo digo pues este no es el único tema de relevancia que tiene este gobierno para enderezar los errores del pasado, evitar perjuicios mayores en indemnizaciones contra el Estado y revertir el clima malhumorado de inversiones existente. El tema de la mina no puede quedar así. Tampoco podemos atrasar la necesidad de agua tanto para el Canal de Panamá como para la población.
Sin una inversión importante en tecnología no vamos a poder controlar la corrupción y mejorar los ingresos. Recuperar el grado de inversión. (ya lo perdimos) no va a ser tarea fácil. Requerirá mucha responsabilidad fiscal y eficiencia administrativa para ajustar las cuentas nacionales. Un país con tantas potencialidades como lo es el nuestro puede por ignorancia, resentimiento, animadversión hacia las autoridades o desidia caer en un estado de estancamiento económico. Los vientos en estos momentos soplan en contra. Si lo hacemos mal a todos nos irá mal. Si lo hacemos bien tendremos posibilidad de salir de este atolladero y recuperar nuestra economía.
Apostemos al futuro. El gobierno actual necesita alinear a su gabinete. Los retos nacionales no son responsabilidad única de un ministro sino de todo el gabinete y de toda la estructura gubernamental. Pasar agachado o esconder la cara como el avestruz no merece un nombramiento público con responsabilidad. El Señor presidente necesitara alinear a su gabinete o cambiar fichas. A seis meses de gobierno no hay claridad sino un ambiento claroscuro del rumbo del país.