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El Escorpión
EL CORRUPTO PERSIGUE EL TENER Y NO EL SER
La mentalidad del corrupto tiene como fundamento el tener que a su vez es alimentado por la avaricia. Su incapacidad de conducir su vida en la honestidad y los más supremos valores del ser humano lo empujan a buscar ser apreciado por lo que posee y no por lo que es como persona. De allí que persiga ávidamente lo que interpretan que le da fama, incluso convertirse en figura pública y con poder al costo que sea. El corrupto es insaciable porque nada material llena el vacío que lleva dentro y por eso quiere más y más. Un personaje así debe ser reconocido antes de asumir un alto puesto de poder público para frenarlo en sus planes. El no advertirlo a tiempo lleva a las sociedades a sufrir lo indecible por causa de los corruptos.