Narcotráficos, pandilleros y la Policía Nacional
Línea Directa
Por Avenabet Mercado
@AvenabetMercado
Cuando no es el avance de las pandillas ejerciendo el control en cualquiera de los territorios por los negocios de las drogas, entonces es la ola de robo y otros delitos en los barrios de Panamá.
Los escenarios parecen simples, pero no los son porque en tantas ocasiones los grupos pandilleros dominan la vida nocturna en el país. No hay un día en que los robos o los crímenes sean las notas sobresalientes en los medios de comunicación social. Al escuchar el estallido de un disparo, casi siempre, trae su propia historia al llenar de dolor alguno de los hogares.
Las escuelas de los narcotraficantes ya nos muestras sus garras con el arrastre del dolor cuando algún padre pierde aquel hijo que jamás era parte del conflicto y se encontró en el escenario del fuego cruzado.
Sufre la familia una ola de violencia, frente a los anillos de traficantes que avanzan igual a esos jinetes que cabalgan y azotan dejando sus muertos en los barrios de Panamá.
Prevenir el aumento del pandillerismo y los negocios de narcotraficantes, también significa tener una Policía Nacional con mejores herramientas para ejercer su función de seguridad pública en todas las regiones del país.
Las modernas herramientas serán los instrumentos precisos para que así la Policía Nacional pueda desarrollar estrategias más significativas en los barrios y de esa forma frenar el avance de la delincuencia.
Es tiempo de detener la ola de delincuencia. Un instante oportuno sería enviar a nuestras mejores unidades de policías para estudiar en los Estados Unidos, igual hacia las república de Israel o Japón, donde en ocasiones allí para reducir la percepción de inseguridad agrupan a las mejores unidades de policías y aplican las mejores técnicas y trabajos de inteligencia eficiente en interés de ir identificando los puntos considerado de mayor peligrosidad.
Ha llegado el momento en que la Policía Nacional reciba el apoyo de todos los ciudadanos. Es tiempo de empezar observando las escenas de vergüenza social, donde un presunto delincuente golpea una unidad de la policía; escena como esa no se debe hacer igual a un festín en los medios de comunicación social y más, cuando esa propia unidad ejercía su trabajo con honor para proteger los hogares del sector frente al aumento de los delitos callejeros.
Esa aberrante escena de agresión al policía no debe mostrarse porque un uniformado lleva en sus hombros los símbolos patrios y eso es irrespetar el sentir de la nación.