Tres Líneas
Recuperar las plazas
Al reabrir el sector después de los cierres ocasionados por la pandemia del Coronavirus, los restaurantes del Casco Antiguo fueron autorizados a utilizar los espacios públicos de las plazas del barrio. Era, supuestamente, una medida temporal. Ahora parece que la costumbre se ha hecho ley y las plazas son una extensión de los locales de comida. Corregir este error tendrá un costo muy fuerte, tanto para los negocios como para quienes tienen que velar por la categoría de patrimonio histórico de la humanidad del Casco Antiguo. Hay que recuperar las plazas para uso y goce del público, aunque haya que asumir dicho costo político. Es inadmisible que no se pueda disfrutar del espacio que debe ser para uso de todos, porque lo han convertido en un comedor al aire libre y ni siquiera ha traído una rebaja en el precio del menú si comes afuera en vez de adentro. Que las nuevas autoridades pongan a funcionar el entusiasmo y el ímpetu que traen y hagan justicia sobre esta situación.
- ¿Qué justificación que no sea la mercantilista hay en convertir las plazas en restaurantes?
- ¿Cuánto se ahorran al utilizar un espacio público como parte de un negocio?
- ¿Cuáles razones moverán a las autoridades a mantener o suprimir el uso de una plaza para otro propósito que no sea el original?