Anciana asesina a su vecina con un cuchillo
Madrid / Agencias
Una mujer de 70 años, acusada de asesinar a su vecina de 80 años, tras supuestamente clavarle un cuchillo y asfixiarla hasta la muerte en el barrio de Ciudad Jardín de la capital cordobesa el 7 de junio del año 2018, admitió hoy ante el jurado los hechos.
La Fiscalía pide para ella una pena de 17 años de cárcel. Durante el juicio la procesada se ha limitado a contestar a las preguntas de las partes sobre el momento del suceso con un «sí, señor», al tiempo que ha afirmado que el 9 de junio de 2018 compareció en dependencias policiales voluntariamente para confesar el asesinato.
Según recoge la calificación del Ministerio Público, a la que ha tenido acceso Europa Press, los hechos ocurrieron sobre las 20.30 horas del 7 de junio de 2018, cuando la procesada se personó en el domicilio de la víctima, en la calle Maestro Priego López, con la que tenía amistad desde tiempo atrás.
Aquel día, la acusada portaba en el bolso un cuchillo de pequeñas dimensiones que previamente había cogido de su casa, «con la intención de dar un susto a la anterior, debido a las desavenencias que tenían en esos momentos».
De este modo, «cuando caminaban por el pasillo, yendo la acusada detrás de la mujer, de forma sorpresiva clavó a ésta por la espalda el cuchillo en el cuello, con intención de acabar con su vida, ocasionándole una herida inciso punzante de tres centímetros en el lateral izquierdo del mismo», según relata el fiscal.
Tras ello, explica la procesada salió del lugar llevando en las manos restos de flores de plástico que había en una mesita del pasillo y el mango del cuchillo usado, que se había separado de la hoja, y al llegar a su casa metió las flores en una cubeta con agua con amoniaco y lavó el mango del cuchillo con vinagre, guardando todo posteriormente, según indica el Ministerio Público.
En este sentido, el fiscal detalla que «confesó haber estado con la víctima el día de los hechos y haberle pinchado en el cuello, cayendo ambas al suelo, manifestando igualmente no recordar nada más, hasta que regresaba a pie a su casa».