Desde hace muchos años el robo de las tapas de alcantarillas y cuanto artefacto o pieza de metal de propiedad pública que se encuentra en la calle es algo común en nuestra vida cotidiana. Las reemplazan un día y al siguiente o en la misma noche desaparece con rumbo desconocido; aunque es de suponer que son llevadas a locales recolectores de metal y luego vendidas como chatarra o a las empresas de fundición. Cuantiosas son las pérdidas que sufren instituciones como el Idaan y el ministerio de obras públicas por estos actos delictivos. Ya es tiempo de regular mejor el comercio del metal o, como propuso el alcalde durante su campaña, reemplazar el uso del metal por plástico reciclado para fabricar esas tapas o cubiertas y así bajar el apetito por el robo de dichas piezas.

1. ¿A cuánto asciende la pérdida anual por el robo de tapas de alcantarillas y medidores?
2. ¿Cuál es la sanción para las empresas que funden y comercian con esa propiedad del estado?
3. ¿Quién es la autoridad responsable para inspeccionar a las empresas recicladoras y fundidoras de metal en Panamá?